Capítulo seis

1.6K 170 2
                                    


JEONGGUK

He dado vueltas en la cama por el último par de horas, incapaz de hacer mucho más.

Él está aquí. Realmente está aquí.

Odio ser un cobarde y completamente incapaz de hablarle. Me congelé al segundo que puse mis ojos en él, sintiendo cosas que nunca he sentido. Hablamos por tanto tiempo que sentí que lo conocía, pero no estaba preparado para verlo. Nada podría haberme preparado para la realidad de su belleza.

Es víspera de Navidad, y me siento como un niño esperando que Santa Claus aparezca. Sólo que Santa Claus está en mi habitación de huéspedes arriba, y estoy aterrorizado de subir allí. Si sólo hubiera una forma de saber lo que está pensando. ¿Está asqueado por mis cicatrices? ¿Está decepcionado de lo que encontró cuando apareció? Dios, imaginé conocerlo, viendo mil escenarios diferentes en mi mente, ninguno de los cuales la incluía apareciendo aquí en medio de una tormenta de nieve y viendo todas mis cicatrices.

Suspirando, me volteo sobre mi espalda y miro el techo de madera. No sé qué hacer. Necesito una señal o algo. Echo un vistazo a la chimenea de mi habitación.

Observo las brasas ardiendo y deseo un milagro de Navidad.

De repente, hay un pop, y la luz de noche del baño se apaga. Me siento, y está completamente silencioso. Sin la nevera en funcionamiento, ni el zumbido de la calefacción encendido arriba. Mierda. Definitivamente este no es el milagro de Navidad al que me estaba refiriendo.

Salgo de la cama, voy al baño, y acciono el interruptor. Nada.

Hay una calefacción eléctrica y aire en la cabaña, pero en el invierno, a menudo pierdo energía. Hay un generador de respaldo, pero nunca me molesté en conseguir queroseno para él. Mierda. Siempre he sido sólo yo, y puedo arreglármelas con la chimenea en la sala de estar y en la habitación. Infiernos, hay una estufa en la cocina para preparar comidas calientes, y afuera es básicamente una nevera veinticuatro/siete en esta época del año. Nunca he pensado dos veces en que la energía se apague. Hasta ahora.

Alzo la mirada al techo de madera en mi habitación de nuevo, todo lo que puedo pensar es en Yoongi enfriándose por minutos. Comienzo a salir de mi habitación y me doy cuenta que necesito ponerme algo de ropa. Normalmente duermo desnudo, pero no creo que aprecie mi aparición en su habitación desnudo y pidiéndole que venga conmigo.

Mi polla se sacude ante el pensamiento, y llego abajo, pellizcando la punta un poco para tratar de conseguir que baje. No puedo tener una jodida erección ahora.

Tomando algunas respiraciones, miro abajo y veo mi polla haciéndose más grande en lugar de suavizarse.

―Mierda.

Ahora no es el momento. Me pongo unos bóxers ajustados, un chándal y una camiseta larga. Con suerte, todas las capas lo cubrirán.

Camino hacia arriba y golpeo ligeramente la puerta de la habitación de huéspedes. Cuando no hay respuesta, golpeo un poco más fuerte. Me detengo, esperando, pero cuando no hay sonido, comienzo a entrar en pánico y me pregunto si algo podría haberle sucedido. Tal vez trató de irse después de todo.

Abriendo la puerta, miro dentro y lo veo durmiendo en la cama, todavía todo envuelto en su abrigo. Me acerco silenciosamente y me paro junto a la cama, mirándolo. La suave luz de la luna, derramándose a través de las ventanas, lo hacen lucir como un ángel. Nunca pensé, durante todas las veces que miré su foto, que pudiera ser más hermoso, pero aquí está, demostrando que estoy equivocado.

Sus suaves labios llenos se separan un poco, y todo en lo que puedo pensar es en besarlos.

Jeongguk ―susurra, y me sobresalto. Por un segundo pienso que está despierto y sabe que estoy aquí, pero no se mueve y no abre sus ojos.

cálida navidad ; kookgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora