Capítulo tres

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97 d.C

Odiaba a Viserys Targaryen con cada fibra de su ser.

Definitivamente lo hacía.

—¡Mi reina esperé!

—¡Deseo estar sola por un momento por favor! —dijo caminando hacía el jardín.

Ya en el, caminó hacía el árbol de los Dioses, suspirando pensando que haría después.

Desde su consumación, (la cual no estuvo del todo a favor) su esposo no había dejado de tomarla, pero era su esposo y por mucho que lo odiará, tenía un deber, tocando su vientre repetidas veces, murmurando que su hijo dormía allí.

¿Pero por qué hijo y no hija?

—¡Maldito Targaryen estúpido! —gruñó recordando los sucesos de las noches anteriores, en donde Viserys múltiples veces había depositado su semilla en ella.

—¿Sucede algo con los Targaryen? —un joven unos tres, dos o un año mayor que ella salió del otro lado del árbol.

—No, perdona sí he irrumpido tu paz.

—¿Eres Evyson Arryn?

—Sí. ¿Y tú eres?

—Daemon Targaryen.

—Hermano de Viserys por lo que veo.

—Descuida, también pienso que mi hermano es un idiota.

—Me alegra no ser la primera. —rió sacando su estrés. —¿Por qué no te había visto antes, príncipe Daemon?

—No me gusta la atención.

—¿Eres jinete de Caraxes?

—¿Cómo lo supiste?

—Dioses, ese dragón ama la atención, por lo que sé, todo dragón se parece a su jinete.

—Me gusta la atención, pero mi hermano no me ha presentado ante la Corte.

—Que estupidez, ven vamos a presentarte.

—¿Qué? No, no se puede.

—¿Por qué no?

—Mi hermano enfurecerá.

—No importa, ningún Targaryen debe de ser escondido, y menos en mi presencia, Viserys se puede enojar, no importa.

—¿No te da miedo?

—¿Por qué debería?

—Es el rey y...

—¿Te ha intimidado por serlo?

—Él no, pero Ser Otto...

—Ser Otto es un verdadero idiota Daemon, no le tomes importancia, cree que con haberle servido a Jaehaerys es intocable, pero ciertamente también fue un idiota.

—¿Lo crees?

—Evidentemente, según sé, todos temen a que una mujer esté en el trono, tonterías.

—Yo no creo eso.

—Y me alegra, serás un buen rey algún día.

—Me gustaría ser Lord Mano.

—Sería muy bueno, entre menos gente del exterior haya, mejor.

—¿Le duele?

—¿Umh?

—El príncipe menor señaló su enorme estómago de nueve lunas, curioso. —¿Qué tiene?

—Estoy encinta.

𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍 ─ 𝐕𝗂𝗌𝖾𝗋𝗒𝗌 𝐓α𝗋𝗀α𝗋𝗒𝖾𐓣 Where stories live. Discover now