Capítulo diez

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Advertencia: Ligero smut.

Los días posteriores a la muerte de la princesa Daella fueron un dolor para la reina Evyson.

Solía mirar el cunero que sería de su hija, a veces solía mecerlo aunque sabía que estaba mal.

Rhaenyra no asistía con tanta normalidad al Consejo, acompañando a su madre en su doloroso duelo.

Pero Evyson quería vivir lo sola.

—Madre. ¿Estás segura? Acabas de perder a Daella y...

—Mi amor, estaré bien, soy un dragón, así como tu y tu padre, quiero volar, volar con Silverwing a quién siento que he abandonado. —dijo mirando a la enorme dragona quién la miraba desde lejos, moviendo su cola ligeramente. —sé que ella extraña volar, no puedo dejarla todo el tiempo en la Fosa, es inhumano Rhaenyra.

—Pero no te sientes bien, además perdiste a mi hermana. —mi hermana, aquello había destrozado por completo a Evyson.

—No te preocupes cielo, estaré bien, el haber perdido a tu hermana me ha hecho ver que no debo de temer, sé que sí Daella estuviese con nosotras, ella desearía volar en Silverwing, junto a ti y junto a mi. —dijo acariciando la mejilla de su hija. —posiblemente iré al Valle cielo, dentro de unos meses tú también irás, estuve pensando en la propuesta de tu tía.

—¿Qué propuesta?

—Evyson suspiró. —enviarte al Valle Arryn por un tiempo, ambas tememos por tu seguridad.

—Pero el Castillo es mi hogar, no estoy en peligro, y tú tampoco.

—Amor, no corres peligro porque la Fortaleza es tu hogar, pero también tienes que conocer tu ascendencia por mi parte. ¿No quieres ver dónde casi me quiebro el brazo?

—¿El gran río? —Rhaenyra sonrió. —¡Sí, sí quiero!

—Entonces déjame hablar con tu tía para ver cuando podrás ir al Valle.

—¿Alicent podrá ir conmigo?

—No sé sí Otto desee que vaya contigo. —Evyson suspiró, mencionar a los Hightower le hacía recordar que había perdido a Daella hace unos días. —en dado caso, sí podrás llevarla, es tu dama después de todo. —Rhaenyra sonrió, a lo lejos, Evyson vio a Otto mirarla fijamente. —prepárate, iremos al Valle, inmediatamente.

—¿Hoy?

—Así es cielo, ve y prepárate, también prepararé mis cosas.

—¿Padre ya lo sabe?

—Lo sabrá cuando estemos en el Valle. —Evyson le guiñó su ojo a su hija y ella rió, alejándose para prepararse. —Rhaenyra.

—¿Sí?

—Evita mencionar que iremos al Valle. ¿Sí? No sé qué tan bien papá lo tomé. —dijo y Rhaenyra asintió, sonriéndole. Alejándose sin más. Evyson suspiró, acariciando su vientre vacío, una lágrima resbaló por su mejilla, Silverwing gruñó, asustando a los cuidadores. —mi niña. —sonrió y su dragona pareció calmarse, aunque no mucho. —preparen a Silverwing. —ordenó.

—Mi reina, usted acaba de dar a luz, no es recomendable volar...

—Cuando tuve mi primer alumbramiento volé con Rhaenyra, según recuerdo. —dijo y el hombre asintió. —preparen a mi dragona, gracias. —el tono de Evyson era frío, al perder a Daella se había hecho más tosca.

—¡Mamá! ¡Ya estoy preparada! —gritó y Evyson le sonrió, Otto no había dejado de observarlas.

¿Quiere jugar? Juguemos.

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⏰ Last updated: May 07 ⏰

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