Roto

71 8 1
                                    

Cuando llegó la hora de cerrar, Layla tomó la escoba y comenzó a limpiar, aunque no debía, no era necesario.

-. Ve a casa, yo termino. La voz de su amigo o casi amigo, sonó delicada y tranquila.

-. Oh, yo puedo, además tengo que esperar a Will, va a pasar por mí. Y la mirada de Warren en ese momento fue indescifrable para Layla.

Luego de treinta minutos, el restaurante estaba cerrado, al salir ahí estaba, el auto del papá de Will.

-. ¿Quieres que te llevemos? Le preguntó con una sonrisa, Warren miró detrás de ella, pudo ver la cara de su amigo, quien estaba serio, y aunque la noche estaba helada, se había prometido no entrometerse en cosas de parejas otra vez por su propio bien.

-. Gracias, pero hoy no, nos vemos mañana hippie. Se puso su mochila y comenzó a caminar.

Layla se acercó al auto y se subió.

-. Hola. Su sonrisa era vaga, estaba cansada. -. ¿Qué hiciste hoy?

-. No mucho, ayudé a mi papá a construir un mueble, ¿Cómo fue tu primer día? Condujo por unos cinco minutos hasta detenerse fuera de un parque.

-. Estuvo bien, aprendo rápido, Warren me ayudó. El asintió, apenas estaba escuchando, pero lo hizo de todas formas. -. ¿De qué querías hablar? Cuando hablamos me preocupé.

-. No pensé que lo harías, lo siento. Will desabrochó su cinturón y se giró para mirar a Layla. -. Han pasado dos semanas del baile. Solo dijo eso como si ella fuese entender todo con eso.

-. ¿Me lo estas informando o? Soltó una risa nerviosa mientras lo miraba con extrañeza, pero aun así sonreía.

Pero el ignoró esa pregunta, tomó un respiro profundo.

-. Han pasado dos semanas y creo que nosotros somos mejor como amigos, mejores amigos. No la estaba mirando realmente, tenía la mirada fija en uno de sus aretes.

-. Oh. Fue lo único que pudo decir, ni siquiera quiso decirlo, pero se le escapó.

-. Lo siento.

Layla quería llorar, sentía el nudo en su garganta, el dolor en su pecho, pero simplemente no había lágrimas, pero eso no lo hacía más difícil. Era su primer novio, su primer rompimiento, era demasiada información, sin contar todo lo de amor platónico desde los cinco a los dieciséis años.

Ser novios era extraño porque estaban acostumbrados a ser amigos, ella lo había notado, pero quizás tratar no habría estado nada de mal, aunque al parecer ya no había posibilidades para eso.

Fue ayer cuando Layla se sentía rara sobre su relación, pero Will tomó la decisión, porque ella no era buena en eso, sabiendo que se demoró más de diez años en decir que le gustaba era una pista a no enfrentar las cosas que según ella no tenían solución.

Y ahí estaba, sentada en el auto del papá de Will, con olor a pollo a la naranja, sin saber que hacer, entre quedarse o irse, pero sin hacer nada.

-. Voy a llevarte a casa. Dijo como si ella estuviese enferma, pero no, estaba confundida y triste o enojada, algo entre medio de todo eso.

Warren se demoró diez minutos más de lo normal, se tomó su tiempo, caminó a paso lento.

Se había llevado unas sobras que el cocinero le dio, al llegar las calentó con su propia mano porque ya había subido a su habitación y usar el microondas significaba volver a bajar, un recuerdo fugaz de Layla diciendo que no use sus poderes en la primera conversación que tuvieron se le cruzó por la mente.

As they come (Sky High)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora