Obvio

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 Al otro día Zach llamó a todos para que hicieran un picnic en el parque, su mamá había horneado pie de frambuesa y cupcakes, nadie estaba muy emocionado pero Magenta los amenazó a todos, así que cada uno llevaría algo y estarían con una sonrisa.

Layla pasó por la casa de Warren, cosa que se sintió un poco raro porque acostumbraba pasar por Will siempre que tenían que ir a algún lado, pero esta vez fue como si sus piernas pensaran solas y eligieran el camino que querían tomar.

Sabía dónde vivía porque un día caminando con Magenta, lo vieron salir, pensó en saludar, pero Warren nunca subió la vista del suelo.

Tocó la puerta tímidamente, sabía que las cosas se habían puesto raras el día anterior, aunque no sabía el motivo, pero jamás querría dejarlo fuera de alguno de sus planes.

El estaba listo hace un rato ya, le gustaba tener actividades en las que invertir su tiempo, pasar un buen rato con sus amigos, con sus amigos y con Layla.

Layla, su amiga.

Recordó lo que pasó anoche y cerró los ojos arrepentido. Siempre ha querido ignorar las cursilerías y los noviazgos que obviamente no van a durar tanto como para desgastarse queriendo a alguien, y ahora estaba enamorado de su amiga, quizá de su mejor amiga, quien tenía novio, el amor le golpeó de una y más fuerte que la mesa que Will le lanzó el segundo día de clases.

Al escuchar la puerta, bajó a la entrada, abrió la puerta y ahí estaba Layla, con una sonrisa y una gran canasta roja.

-. Hola Warren. ¿Cómo alguien podía sonreír, simplemente sonreír y verse tan linda?, El sacudió su cabeza para borrar ese pensamiento y le sonrió de vuelta.

-. Hola hippie, voy a buscar unos sándwiches y nos vamos. Volvió adentro corriendo. -. Entra si quieres. Su voz se escuchó desde la cocina.

Su casa era bonita y simple, no había fotos en ningún lado, si Layla no hubiese visto un gafete de enfermera con el nombre de Laura Peace, habría pensado que vivía solo.

-. Mi mamá los hizo, dijo que era una buena forma de hacer amigos. La última palabra la arrastró hasta decirla. -. Estos de aquí son vegetarianos. Apuntó la mitad de los sándwiches, los había separado con una servilleta, detalle que la hizo sonreír.

-. Tu mamá tiene razón, les robarás el corazón a todos. Le guiñó un ojo.

Layla entró en pánico por un momento, sobre todo el momento después del guiño, cuando Warren frunció el ceño como preguntándose que había pasado.

Salieron de la casa y comenzaron su camino al parque.

-. ¿Te puedo hacer una pregunta? Y no, eso no cuenta como mi pregunta. Le dijo Layla cuando quedaba poco para llegar.

-. La vas a hacer igual así que es inútil resistirse. Sonrió.

-. ¿Estas enojado porque no te conté lo de Will? Solo puedes responder con la verdad. Le apuntó con el dedo.

-. ¿Desde cuando eres la mujer maravilla? Respiró hondo.

-. Warren. Insistió.

-. No. Lo dijo porque no quería contestarte, pero ella lo tomó como respuesta.

Y en eso Layla lo abrazó, fue un abrazo superficial porque no quería arruinar los sándwiches, pero estaba contenta porque Warren es la última persona que le gustaría que estuviese enojado con ella.

Cuando llegaron al parque ya estaban todos, Ethan estaba cortando un gran pastel de chocolate mientras todos miraban y le daban instrucciones.

Will estaba cortando manzanas con sus manos, para ayudar o lucir su poder o ambas.

As they come (Sky High)Where stories live. Discover now