Divina Oscuridad [Original]

Interludio: Dagan

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   Dagan no podía recordar cuando empezó a existir como fantasma. En esas raras ocasiones en dónde su aura estaba descontrolada, parecía visualizar destellos antes de su muerte y después de esta, el momento en que se convirtió en un Poltergeist⁷.

Siempre estuvo solo.

Nunca hubo nadie que lo guiará en este nuevo mundo.

Recuerda la primera vez que abrió los ojos, en ese entonces no sabía ni siquiera hablar, a duras penas pudo sobrevivir en esa segunda viva que le fue otorgada. Constantemente huyendo y escondiéndose de Entes y Demonios, nunca había tenido que preocuparse por los humanos, eran inofensivos. Dagan inocentemente creía eso.

Se arrepintió de su ingenuidad.

Un día, un humano se topo con el en su forma física⁸. No tenía idea de que ese humano era parte de esos malvados brujos oscuros. Estos eran crueles cazadores de lo paranormal, les gustaba regodearse de su sufrimiento, torturarlos y usarlos para sus rituales. No eran más que unos sádicos, que excusaban sus acciones como parte de los rituales y cultos que practicaban.

Fue capturado fácilmente. No tuvo tiempo de reaccionar, y cuando se dió cuenta, ya había sido encerrado en un lugar especial para contener sus nulos poderes. No era el único en aquella habitación, había no solo otros Poltergeist como él, sino también hadas, duendes y cambiaformas del Bosque Oscuro⁹. Todos de encontraban en horribles condiciones, manchados de sangre y cenizas, cubiertos de heridas y hematomas.

No supo cuánto tiempo lo mantuvieron cautivo, solo recuerda como sus compañeros de mazmorra fueron muriendo poco a poco, uno a uno. Al final, quedaban pocos en comparación a cuando llego.

En algún punto, la Secta a la que pertenecían los humanos fue descubierta por los subordinados de un poderoso demonio que buscaba acabar con los brujos que se habían atrevido a hacer sacrificios a su nombre con demonios menores de su propio clan.

Cuando cerraba los ojos, todavía podía sentir el dulce y estimulante olor de la sangre inundando sus fosas nasales, podía saborearla en la punta de su lengua y sentirla bajando suavemente por su garganta. Recuerda claramente los cuerpos desmembrados y mutilados de esos asquerosos humanos animales, y el como él mismo se unió a la carnicería para deshacerse de los sucios cerdos.

Los intestinos y la sangre caliente en sus manos, manos que se encontraban dentro del estómago de los cerdos, fue lo mejor que pudo haber sentido. El como lentamente la sangre rezumaba por la abertura y poco a poco el calor dejaba el cadáver.

Y así, con los años, disfrutó de atormentar y causar dolor a los humanos cerdos, tal y como ellos se lo causaron a el.

Le susurró en el oído a los cerdos y los manipuló para cometer los peores crímenes, aprendió a usar su poder y con ello obligarlos a torturar y asesinar a sus familiares, amigos y conocidos. Dagan mismo ayudaba a sus víctimas a sufrir, ofreciéndoles esperanza y arrebatándoselas horriblemente.

Los atormentó de las peores formas.

Torturó. Asesinó. Se manchó las manos y aún así...

Aún así, Dagan no podía dejar de sentirse vacío por dentro. Anhelaba lo que tenían los humanos, pero también, los envidiaba y odiaba por igual, no apreciaban lo que tenían, constantemente se quejaban de sus familiares, de sus emociones, sentimientos y recuerdos. Y él, patéticamente, no tenía memoria alguna, familia, amigos o alguien a quien llamar conocido.

Al menos así fue, hasta que lo conoció a Él.

Un humano extraño, capaz de ver los diferentes mundos y lo que habitaba en ellos. Elián, el humano, era amable a diferencia de los otros.

Cuando se conocieron por primera vez, le pregunto con una voz tan suave y cálida, similar a los rayos del sol después de una tormenta o cuando termina el invierno y la primavera de abraza con su calidez, si quería jugar con aquellos niños que observaba en el parque.

Al principio, pensó que era una artimaña de su parte, pero con el paso de los minutos pudo analizar su aura, una hermosa y pura aura de color dorado, corrompida por el negro y manchada con el rojo de la sangre.

No podía creer que alguien fuera capaz de ensuciar tan singular aura.

El humano Elián, se había metido con quién no debía, ya sea que haya sido intencional o no, ese débil rayo de sol en un día gris pagaría las consecuencias.

En el medio siglo que llevaba existiendo, nunca había visto y tratado con un aura así, le daba un apice de esperanza en los humanos. Pero, también le hacía sentir culpable como si todo el arduo trabajo que hizo en purgar a los cerdos humanos hubiera sido en vano.

Sin embargo, Dagan intentaría mantener encendida esa pequeña llama de esperanza, no solo en los humanos, sino también en su propia redención.

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⁷Poltergeist.- Son muy traviesos, les gusta asustar a las personas moviendo o haciendo flotar objetos. No conocen límites y pueden herir matar a las personas mientras juegan. Son muy raros los casos de este último.

⁸Forma Física.- Los Poltergeist pueden tomar una forma física y hacerse visibles con esa forma o decidir siendo invisibles, también con ella pueden tocar a los humanos por poco tiempo.

⁹Bosque Oscuro.- Hogar de las criaturas y cambiaformas. Es un mundo al que se puede acceder por medio de un portal.