El Interrogatorio

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-¿Y bien? ¿Necesitas contarnos algo?- preguntó el profesor mientras Eric tomaba asiento sin dejar de mirarme, quería saber que pensaba pero sabía que estaba mal... (Tal vez si hechas una miradita en su cabeza) -no, no, eso está mal, no lo haré y ahora déjame continuar.


-Bueno esto será bastante largo así que aquí vamos- sonreí a ambos y comencé mi relato, pero para entender esto creo que deben saber un poco más de mi madre y del resto de mi familia.


-Mi madre se llamaba, si, se llamaba pues ahora está muerta como ya saben, ella se llamaba Nixie Colton, era hija única y a la edad de 14 años descubrió su habilidad pero la mantuvo oculta de sus padres, por temor a que los dañara, a la edad de 20 años conoció a un hombre, su hombre perfecto, era alto y pelirrojo y de ojos tan azules como el mar; la primera vez que lo vio quedó hipnotizada por aquellos ojos tan hermosos, él se presentó como Owen y en pocos días comenzaron a salir, iban a conciertos pues a mi madre le encantaba la música, ella podía tocar el piano, la guitarra y el violín a la perfección, y con solo 1 año de relación ella quedó embarazada de mí, mi padre lo supo pero a pesar de eso se fue, dejando a mi madre sola. Ella después me explicó que tuvo que irse por su condición, yo no entendía a qué se refería pero me lo explicó y lo entendí años después, dijo que él era alguien muy poderoso, era unos de los 3 Grandes, me dijo que mi padre era Poseidón, Dios del mar, yo tenía 4 años cuando me lo dijo y creo que solo me lo confesó porque ese fue mi primer poder, el control sobre el agua, los años pasaron y yo leía acerca de la Mitología Griega, comenzaba a entender más acerca de mi origen, a su vez mis otros poderes comenzaron a surgir y mi madre tuvo que decirme que ella era mutante y que yo también lo era, lo cual era muy raro pues el gen solo lo trasmitían los padres, por lo que yo era alguien muy especial, eso decía ella aunque todas las madres le dicen eso a sus hijos ¿cierto?. A pesar de mis poderes, yo crecí como una niña normal, tenía una gran voz y sabía tocar la guitarra gracias a mi mamá, me había metido a clases de ballet en la Academia Real de Baile donde conocí a los que en ese momento se convertirían en mis grandes amigos, Ethan, Sammy, Abigail y Tara, tenía 8 años y fue cuando tuve a mi primer novio, claro novio de chocolate pues solo éramos unos niños, jamás les conté acerca de mis habilidades pero a pesar de que era buena en el ballet mi madre me sacó de ahí y nos tuvimos que mudar, ella nunca dijo nada pero sabía que algo andaba mal y así fue, tenía 12 años recién cumplidos y el transporte me había dejado en la puerta de mi casa, entre y mi madre estaba nerviosa, decía cosas acerca de una organización: Hydra, algo acerca de que la estaban buscando y que me querían a mí también, dijo que todo estaría bien pero no fue así, en minutos la casa estaba llena de gente vestida de negro, mi madre me tomó en sus brazos y me subió a mi recámara, ella se colocó frente a mí y recibió dos balazos en el pecho, dijo que me amaba y que siempre sería así, me entregó una carta y gritó ¡hazlo!, sabía a qué se refería pues lo había leído en su mente, así que prendí fuego a toda la casa y vi como comenzaban a quemarse, besé a mi madre en la frente y con un gran dolor me transporté lejos de ahí.


La carta que me había dado tenía dos enunciados: Campamento Mestizo y Escuela para Alumnos Superdotados, no había dirección ni otro dato que pudiera servirme, así que espere alguna señal; habían pasado 2 meses desde la muerte de mi madre y sobre mi cabeza apareció el mismo tridente que ustedes vieron, sabía lo que significaba: mi padre me estaba reconociendo y eso debía ser algo difícil pues significaba que sus hermanos y todos los Dioses lo sabían, que yo Lorelai Jones era hija de uno de los 3 grandes, ¿Si mi madre se apellidaba Colton se preguntarán porque yo tengo este apellido cierto? Simple, no quería que nadie de Hydra diera conmigo así que lo cambie a Jones y bueno 6 meses después de ese acontecimiento ustedes me encontraron así que aquí estoy-


Al terminar de contar mi relato voltee a ver a los dos hombres que tenía en frente, Eric se acercó y se sentó a mi lado, me abrazó como un hermano mayor lo hace pues yo no podía dejar de llorar, limpie mis lágrimas con el dorso de mi mano y me compuse esperando la reacción del profesor, sabía que leería mi mente así que una vez más la bloquee para que solo viera lo que yo quería, guardando con esto otros secretos más acerca de mi pasado aunque sabía que tarde o temprano tendría que confesar los demás secretos.


-¿Y alguna vez encontraste el Campamento Mestizo?


-Si


-¿Has visto a tu padre?


-Sí, lo conozco, lo he visto en 2 ocasiones.


-¿Tienes más secretos que debamos saber?- preguntó una vez más Charles mientras yo jugaba con mis manos sin poder mirarlo a los ojos...


-Creo que es suficiente por ahora- Eric acarició mi mejilla y me subió a su hombro como un costal –Ya debe dormir esta princesa- sonrió mientras me llevaba a mi habitación, besó mi frente y se fue dejándome con una gran duda: él ya sabía mi historia y no se lo dijo al profesor, el me conocía de antes, eso debía ser.



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Siempre juntos (Steve Rogers y tu)Where stories live. Discover now