𝓛𝓸𝓸𝓴𝓲𝓼𝓶 𝔂 𝓱𝓲𝓽 𝓿𝓲𝓻𝓪𝓵 𝓸𝓷𝓮 𝓼𝓱𝓸𝓽𝓼 𝔂 𝓮𝓼𝓬𝓮𝓷𝓪𝓻𝓲𝓸𝓼

48_🌸Kouji🌸

Aclaración: solo para que lo sepan Kouji tiene como 18 años Así que es legal.
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Le estabas enseñando a Kouji a andar en skate, él se había comprado una solamente para que tu le enseñaras, sin embargo estaba siendo muy imprudente al usarla.

"¡Kouji espera, ve un poco más lento o te lastimaras!" Él, al ser muy necio claramente no te escuchó y terminó estampado contra el piso. "Oh no, te lastimaste"

"Tonterías!" Kouji siseó dramáticamente, gimiendo mientras estaba tirado en el suelo de cemento sucio de la desaparecida estación de metro. Jadeaste y corriste hacia él, deslizándote de rodillas a su lado.

"Oh, Dios mío, Kouji, ¿estás bien?" te inquietaste, estirando vacilante la mano para tocar las frescas marcas rojas en su piel.

"Obviamente no," se burló, finalmente sentándose. "Me aniquilo por completo". Hizo un puchero por un momento antes de que sus ojos se desviaran hacia su skate, dividida en dos, y esparcida sobre las vías del tren abandonadas. "¡Mierda, mi skate!" Gritó, cojeando hasta el borde de la acera y cerniéndose sobre ella. "¡Se partió por la mitad! ¡Maldita sea!"

"¿Tal vez deberíamos irnos a tu casa?" sugeriste, tratando de levantarlo del suelo por su hombro. "Deberíamos curarte o podrías infectarte el rasguño".

Suspiró con tristeza y rodó sobre su espalda, tomando impulso para levantarse. "Sí, lo que sea, solo toma mi skate, ¿quieres?"

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Después de un corto viaje de regreso a su casa, arrojaste a tu ahora lisiado amigo sobre el sofá mientras caminabas por la sala de estar. "Tal vez Jace pueda arreglarlo", susurraste en un esfuerzo por levantarle el ánimo. "Se lo llevaré de camino mañana, por ahora buscare el botiquín de primeros auxilios". Kouji se sentó en el sofá, haciendo un gran puchero. Esto fue tan tonto. Cuando volviste, tenías el kit antes mencionado, una botella de alcohol, un trapo y ninguna Skate. "Buenas noticias", dijiste, acercándote. "Llame a Jace y dijo que sería una solución fácil y que debería tener tiempo para hacerlo en unos días".

"¡¿Unos pocos días?!" se quejó. "¿Qué se supone que debo hacer hasta entonces?"

Te encogiste de hombros nerviosa. Parecía que nada podía hacerlo feliz. "Puedes tomar prestado el mío hasta entonces, ¿suena bien?"

"Supongo…" suspiró, apoyando su barbilla en su puño. Su enfado fue de corta duración, la atención atrapó algo que se movía en su periferia. Mirando hacia abajo, descubrió que te habías situado entre sus piernas, mirándolo con la sonrisa más bonita. "¿Qué estás haciendo?" preguntó, el calor arrastrándose por sus mejillas.

"¿Curando tu rodilla?" te reíste "Hubiera sido incómodo si me sentara a tu lado y tuviera que inclinarme sobre ti". Esto no era mucho menos incómodo, tenía que admitirlo, pero no planeaba pedirte que te movieras. En secreto, disfrutó de verte sentada entre sus rodillas.

"Lo que sea, solo hazlo rápido". se burló, desviando la mirada para ocultar su rostro sonrojado. Una vez más, siseó mientras frotabas una bola de algodón empapada en alcohol contra su tierna carne. Hizo movimientos para tratar de escapar de ti, pero no se atrevió a soltarse de tu delicado agarre en su tobillo. "¡Joder, (T/N), eso duele!"

"Sé que sí", lo tranquilizaste, acariciando su pantorrilla con el pulgar. "Pero lo estás aguantando como un campeón". Algo en el doble sentido de tus palabras, junto con la inocencia de tu sonrisa, lo convenció. Podrías verter toda la botella de químico en sus heridas ahora mismo, y te dejaría con pocas quejas, siempre y cuando lo elogiaras. así de nuevo.

"¿Lo soy?" farfulló, relajándose un poco bajo tu toque. Asentiste con orgullo y le volviste a secar la rodilla, esta vez con un trapo limpio y húmedo.

"Seguro que sí", susurraste, desenrollando un rollo de gasa entre tus manos. "Lo estás haciendo muy bien, Kouji". Kouji se estremeció por la forma en que sonó su nombre cuando salió de tus labios. "ya casi hemos terminado."

Se le cortó la respiración por la forma en que tus ojos lo miraban, viéndose tan deliciosamente ajenos a lo increíblemente seductor que era tu tono. "S-sí, mami".

Tus ojos se abrieron de golpe ante su comentario, y tus manos se congelaron en el aire. Tu mirada se lanzó hacia la suya, sorprendida y un poco desconcertada. "¿Que acabas de decir?"

El mundo entero de Kouji se derrumbaba a su alrededor. No podría haber dicho eso, ¿o sí? ¡No había forma de que fuera tan estúpido! Frenéticamente buscó algún tipo de excusa, para hacerte pensar que habías oído mal. "Uh", se estancó. "Grammy's? me dijiste que querias verlos ¿recuerdas? Para ver a tus artistas favoritos y todo eso" al decir eso solto una risa muy nerviosa mientras desviaba la mirada esperando que te creas su cutre intento de mentira.

Sus manos temblaban de humillación mientras lo mirabas como un conejo miraría a un perro, empaquetando cuidadosamente el botiquín de primeros auxilios y retrocediendo. "Eso es... todavía bastante raro, Kouji". Mientras colocabas el kit en la isla de la cocina, tomaste tu bolso y fingiste mirar tu teléfono. "Uh, es bastante tarde. Voy a salir..."

No pudiste salir de la guarida lo suficientemente rápido, y te aseguraste de tomar tu Skate al salir, ya que no te sentías cómodo dejándolo prestado. Te vio marcharte, con la cabeza agachada por la vergüenza y los últimos minutos repitiéndose en su mente antes de volver a caer en el sofá para lloriquear.

"¡Maldita sea!"

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Si lo se, lamento la inactividad, pero es que la escuela me tiene ocupada.

En fin ojala les haya gustado.

Y por favor comenten me hace feliz saber que piensan.