Lyra Stone sabía perfectamente que hacía con su vida, después del tiempo en el que El Coronel Morgan la destrozó por completo, lo único que necesitaba era resurgir entre las cenizas y dejar atrás a la niña buena.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Londres, Inglaterra
Lyra Stone.
Si dije que iba a disfrutar mi día, lo retracto todo se fue en picada.
Ahora mismo me encuentro en la enfermería del comando, esperando a López, tuve que fingir un ataque para poder salir de allí.
Gracias a Dios escuché a Patrick hablar con Alex y Christopher, que descubran que Elisenda está viva, va a joder completamente mis planes.
López entra y en cuanto me ve en perfecto estado, para en seco.
— ¿Cómo hiciste que el reloj sonara? En parte sabía que estabas fingiendo pero realmente casi me matas de un infarto Amy— Sonrió— ¿Sabes que Enzo está por llegar a Londres?— Trago saliva en cuanto dice lo último, no sé cómo lo va a tomar.
— Yo lo llamé— Cierro los ojos con fuerza, esperando su respuesta pero cuando no escucho nada, los abro y no veo a López por ningún lado.
Está enojado.
Llamar a Enzo Fritz no fue una buena idea, es lo que él piensa, Enzo es una persona difícil de calmar y odia a todo el comando de Londres, pero le hice un favor a López, ya sabía que lo iba a trasladar pero que se adapte unos días más puede ayudar.
No voy a molestar a López con el alojamiento de Enzo, es mi amigo y se va a quedar en mi penthouse, además no creo que haya algún problema.
Mis pensamientos se ven interrumpidos por Patrick que entra a la enfermería, me mira de pieza a cabeza y cuando ve que estoy en perfecto estado, frunce el entrecejo.
— Si Patrick, a veces fingir te salva de algunos problemillas, deberías probarlo— Me levanto de la camilla y estoy por salir cuando habla.
— ¿Quién es Enzo Fritz?— Su pregunta me hace sonreír, estaba espiando.
— ¿No te han enseñado a no escuchar conversaciones ajenas? Eso es una falta de respeto, capitán Linguini— Me mira, su enojo hacia mi es evidente desde mi estancia aquí en el comando.
Y realmente no entiendo el por qué, la enojada debería ser yo, no él.
— No te reconozco Lyra, realmente te miro y no estás, ya no eres tú, no encuentro a mi mejor amiga por ninguna parte— Sus palabras me hacen enojar.
— Muy conmovedoras tus palabras Patrick, pero no hacen ningún efecto en mí— Salgo de allí y me encuentro con Eloisa.
Esto colma mi paciencia, estoy harta de que estén pendiente de mis asuntos, así que me dedico a caminar hacia mi oficina, tomar mi bolso e irme hacia mi auto.
En el camino me llevo unas cuantas miradas de algunos soldados, corrección, todo el mundo me mira.
Alex se me atraviesa en el camino y para este punto no puedo disimular la cara de desagrado.