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¿Engaño?

Londres, Inglaterra.

Lyra Stone.

Me mantengo en mi sitio sin saber que es lo que pasa, todo es muy confuso, no se que diablos está pasando en mi vida y porque razón todos actúan de esta manera.

Christopher me ignora, mi familia me adora, y todos los ojos en la central están sobre mi persona, y peor aún, hay personas las cuales no reconozco pero me conocen lo suficientemente bien como para saber que no me gusta el sushi.

Ahora mismo estoy en la oficina, llegué pensando que Christopher estaría aquí, pero no lo está, no hay nadie.

Salgo de mi oficina y me dispongo a dar un jodido recorrido, como hace dos días todos me miran y ya me estoy hartando.

Cuando estoy por doblar la esquina no puedo evitar escuchar algo, y seguido le sigue la voz de Christopher.

— ¡No la quiero cerca, joder!, ¿es tan difícil entender una jodida opinión?

— Hermano, cálmate. Todos aquí estamos tratando de encontrar una solución, pero también necesitas entender que su familia necesita esto.

— ¿Entender? ¿que mierda voy a entender?, ¿que solo porque Lyra no sabe nada están haciendo tiempo de caridad con su hija cuando la trataron de la mierda en el pasado?, escuchen, yo podré ser el mayor hijo de puta como muchos de ustedes me describen, pero no soy hipócrita.

No entiendo a qué se están refiriendo pero no es difícil identificar que hablan de mi, y aún estando de chismosa no logro entender nada.

— ¿Crees enserio que todo esto es un juego?— Observo como Alexa se acerca a Christopher— No voy a culpar a nadie, pero muchos se estan aprovechando de la situación de Lyra.

— Chiquita, cálmate— Patrick relaja a su esposa.

— Es la verdad, nadie de nosotros se va acercando a Lyra y eso la va a lastimar porque no recuerda nada— todos se mantienen en silencio.

— Debemos tener cuidado, y con cuidado me refiero al Coronel y a Rachel— Es Bratt— si ella en esta situación se entera de que ellos dos cogían y siguen cogiendo no quiero ni imaginar lo que pasará.

Siguen hablando, pero yo no puedo seguir escuchando, las palabras no llegan a mis oídos lo único que escucho es un fuerte pitido, la respiración se me acelera al igual que el pulso y el dolor es insoportable.

«¿Que dijo?»

Con los nervios en todo mi cuerpo, los ojos llenos de lágrimas y un amargo sabor en mi garganta, me dispongo a abrir la puerta haciendo que todos volteen.

— ¿Que dijiste?— hablo, haciendo que todos palidezcan— ¡¿Que mierda dijiste, Bratt?!.

Todos me miran con lástima y odio eso, no es justo, no, yo no.

— Lyra, cariño escucha— Alexa trata de acercarse a mi, pero se lo impido.

— ¡¿De que mierda están hablando?!— los miro a todos, pero mi mirada se centra en Rachel y avanzo hacia ella a pesar de que sus amigas se pongan de escudo— ¡¿Te acostaste con el!?, ¡No llores, joder!.

Sus amigas me miran con lástima y yo ni siquiera puedo voltear a ver al hombre que está mirándome indiferente.

Rachel alza la cabeza dejándome ver sus ojos azules y sin vergüenza responde.

— Así es.

La sala se mantiene en silencio y lo único que escucho es mi respiración acelerada y los latidos apresurados de mi pobre y adolorido corazón.

Fénix✓.           Christopher Morgan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora