XVI

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Mentiras por descubrir.

Londres, Inglaterra.

Christopher Morgan.

El beso se intensifica haciendo que la verga se me ponga dura.

Joder.

Se mueve en círculos sobre mi entrepierna palpitante, haciendo gruña cada vez más y apriete la mandíbula.

De la nada se separa de golpe haciendo que su cabeza choque.

«Que demonios le pasa a esta loca»

La miró a los ojos llevándome la sorpresa de que en los suyos hay pánico, traga saliva y aparta la mirada.

— Esto no puede ser, esto no pasó— Todo deseo se vuelve ira.

— Bajate del puto coche— Demandó. Haciendo que voltee hacia mi y me mire incrédula.

—¿Qué?— Me mira como si estuviera loco

—¿Además de loca eres sorda? ¡Te dije que te bajarás del puto coche!

— Oh no, no lo dices enserio. Christopher estamos a kilómetros de la ciudad y está oscureciendo.

— No recuerdo haberte preguntado tal cosa— Abre la boca para hablar pero soy más rápido y salgo del coche.

Lo rodeó hasta dar con la puerta del copiloto, abro la puerta y la agarro de la muñeca sacándola a la fuerza del McLaren.

— Christopher, no seas cabrón.

— ¿Adivina que? Lo soy.

Me monto en el asiento del piloto cerrando ambas puertas, la miro por el retrovisor y observó sus ojos llenos de pánico.

Me vale un carajo y sin más arrancó a toda velocidad dejándola en medio de la nada, así como ella me dejó a mí años atrás.

Me vale un carajo y sin más arrancó a toda velocidad dejándola en medio de la nada, así como ella me dejó a mí años atrás

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Me mantengo con la vista puesta en la voluptuosa rubia de piernas largas frente a mi.

Observó como me chupa la polla mientras me mira, aprieto la mandíbula cuando la imagen de Lyra Stone aparece.

Fénix✓.           Christopher Morgan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora