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Habían pasado días desde ese último incidente, ninguno de los dos se había vuelto a ver y todo parecía más tranquilo. Hasta que un nuevo partido llegó. 

No era nuevo que Harrow y St. Gabriel compitieran siempre, las gradas se llenaban de los estudiantes de ambas escuelas y el ambiente era realmente emocionante. La rivalidad de ambos equipos hacía los juegos interesantes y eso les convenía a sus entrenadores, ya que poco a poco se llenaban de esa popularidad que necesitaban para seguir creciendo y poder llegar a las primeras ligas en la universidad. Tenían cada uno un fanclub que se encargaba de llevar carteles motivacionales y porras durante los noventa minutos de juego, e incluso ellos peleaban con otros en redes sociales tratando de ser quien da el mejor apoyo a su equipo. Ahí también se encontraba Ford, quien no jugaba en ningún equipo pero siempre iba para animar a sus amigos.

Harrow y St. Gabriel definitivamente no podían estar juntos. 

Hoy no era un juego amistoso más, era la elección de los jugadores que iban a representar a su escuela en el torneo. Sus superiores se encargarán de analizar a los mejores de cada equipo para dividirlos entre principales y sustitutos, así que además de buscar ganar, tenían que dar lo mejor de ellos para clasificar. 

Ambos equipos salieron a la cancha mientras de fondo una ronda de aplausos y gritos se escuchaban, Gemini y Fourth lideraban cada fila hasta llegar al centro en donde ambas escuelas quedaron frente a frente. Estaba Satang frente a Winny, Mark frente a Prom, Joong frente a Dunk, Pond frente a Phuwin y Khao frente a First. Podría parecer incluso el comienzo de una pelea de pandillas por la forma en que todos se miraban.

"Harrow, cara o cruz." Se le dio la oportunidad de escoger a Gemini gracias a su victoria pasada, yéndose éste por cara. La moneda giró en el aire y... oh, cruz. El equipo de St. Gabriel podría elegir su lado de la cancha. 

"Escogeremos la izquierda." Dijo un sonriente Fourth para después ponerse al lado de su rival girando ambos hacia las gradas con el árbitro a un costado de ellos, posando para la tradicional foto antes de un juego. "Sonría, capitán." Mencionó con burla mientras miraba a Gemini quien permanecía serio y con la mandíbula apretada hasta que el más bajo le pellizcó una de las mejillas, haciendo que sus facciones se aligeraran y diera una muy pequeña sonrisa. 

"Solo para salir bien en la foto." Aclaró sin dejar de mirar al frente.

"Buen chico."

Ambos equipos fueron a sus lugares y con un silbatazo el partido comenzó. 

Los primeros minutos parecían ser normales, un juego limpio en donde sus únicas preocupaciones eran dar sus mejores pases y jugadas para que sus entrenadores vieran su potencial. De vez en cuando había una que otra caída en la que un jugador del otro equipo le ofrecía la mano al afectado para levantarse, y más que hacerlo por empatía, era solo por conveniencia y así vieran el respeto y profesionalismo a su deporte. 

Fourth era alguien que siempre resaltaba, no solo por su buena apariencia y la manera en que éste sonreía a las gradas de manera encantadora, él era realmente un buen jugador. La bandana blanca en su cabello quitando cualquier obstrucción en su vista, su concentración y la agilidéz de sus piernas lo hacían ver como un dios del fútbol. Analizaba correctamente cada uno de sus movimientos y raras veces se equivocaba. Pero Gemini no se quedaba atrás, y eso también era algo que los hacía odiarse, el hecho de que no hubiera uno mejor que el otro, por su parte, una de las características de Gemini era que sabía como mantener el balón, no se apresuraba y trazaba bien cada uno de sus pasos, y gracias a su altura se le daban bien los recibimientos de tiros de esquina. Muchos decían que si estuvieran en el mismo equipo nunca tendrían que preocuparse por perder, pero no era así, entonces les tocaba competir siempre. 

"That Harrow Kid" GEMINIFOURTHWhere stories live. Discover now