"That Harrow Kid" GEMINIFOURTH

#6

"Estoy harto de ese maldito imbécil, suéltenme que lo mato." 

Un Fourth enojado era sostenido por sus amigos quienes intentaban detenerlo de ir con Gemini. Los días habían pasado y estaba totalmente sano ahora, no se habían visto desde ese último día en el salón de artes, pero al parecer, nada había cambiado. 

"¡No seas tonto, Fourth! ¿Qué parte de que estamos en el mismo equipo no entiendes?" Mark estaba frente a él tapando la visión que daba hacia Gemini quien permanecía a unos cuantos metros de ellos, sonriendo con diversión mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho; actitud que molestaba aún más al estudiante de Saint Gabriel quien parecía enrojecer del coraje cada vez más. 

"¡Díselo a él! Se supone que debemos jugar juntos y el estúpido quiere hacer todo solo, nada más me tiene como idiota corriendo por la cancha esperando un maldito pase que nunca llega."

Soltando un fuerte suspiro, Mark fue hasta donde se encontraba su amigo para traerlo obligadamente con los demás. "Ah, aquí. Resuelvan las cosas como personas y dejen de gritarse y amenazarse como si estuviéramos en un ring de box."

"¿Entonces ya no se van a golpear?" Preguntó Pond quien había estado grabando con su celular todo este tiempo. "Nos estaban viendo doscientas personas en el live, qué desperdicio de fama." Negó con su cabeza y guardó su celular. 

"Me parece que esta vez nadie gana la apuesta." Khao y First niegan decepcionados con la cabeza y guardan sus billeteras. 

"¿Qué demonios? ¿Creen que somos un evento de circo para que todos apuesten y jueguen en nuestro nombre?" Gritó Fourth lo demasiado alto para que incluso las personas en las gradas respondieran con un sí, al mismo tiempo que sus amigos.

"Si no quieren parecer circo entonces dejen de actuar como animales." La voz de Ford se escuchó desde la porra, haciendo reír a todos, especialmente a Mark quien lo miró con ojos brillosos como cada vez que se encontraba con él.

"Esto no estaría pasando si Gemini no estuviera siendo un imbécil conmigo." Aclaró señalando con su dedo al aludido.

"Es que es divertido molestarte, además, aunque no te pase el balón termino anotando gol, ¿De qué te quejas?"

"Me quejo de que estás ignorando completamente mi presencia en el partido, es cansado estar corriendo de un lado a otro sin ser tomado en cuenta."

"Ow, ya veo. ¿Entonces estás como un tigrecito furioso porque quieres mi atención?" Gemini quien aún mantenía sus brazos cruzados se acercó más a él, haciendo que la distancia entre ambos se redujera, teniendo que agachar un poco su cabeza para poder mirarlo mejor a los ojos. 

Ante ello, todas las personas que se encontraban presenciando el partido soltaron grititos agudos como si de shippers se tratara. Gritos que aumentaron aún más cuando el chico de Harrow pellizcó la mejilla del contrario, volviendo a hablar. "Ah, ah. Lo tengo ahora, seremos solo tú y yo entonces, no más berrinches, bebé."

La cara de Fourth estaba más roja que un tomate, e incluso se había olvidado de respirar durante algunos segundos. Sus ojos que momentos antes destilaban coraje, ahora mantenían una mirada un poco difícil de descifrar, pero definitivamente, lucía muy diferente a la que le brindaba anteriormente. Quería poder hablar y soltar todas las maldiciones que vinieran a su cabeza pero parecía que el ratón le había comido la lengua, en su lugar, solo podía fruncir su ceño y arrugar su nariz mientras sentía el calor apoderarse de su rostro. 

Los jugadores parecían estar disfrutando tanto del momento que incluso se empujaban entre ellos sin dejarlos de mirar al no poder resistir la tensión que Gemini y Fourth tenían, siendo totalmente juguetones al respecto que incluso soltaban algunos sonidos parecidos a los que hacen los niños de primaria cuando molestan a alguna parejita del salón.