Emparejamiento; Louis J. Moriarty, William J. Moriarty, Albert J. Moriarty x lectora
Género; fluff, comodidad
Formato; Drabble + escenarios
Advertencias; episodio de TEPT (William), menciones de suicidio (William)
consolando a los hermanos Moriarty después de un largo día ❞
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ㅡ Louis J. Moriarty, que tuvo un mal día con todo el trabajo que se estaba haciendo en la mansión y Sebastian holgazaneando, mientras William no se cuidaba a sí mismo. Está harto de ser el adulto responsable que tiene que cuidar de todos. Él solo quiere que lo consuelen y lo abracen (¿no es así para todos?). Ahí es donde entras tú. Él te ama más que a nada. Siempre estás ahí para él.
"¿Tuviste un mal día, amor?" Le preguntaste a Louis mientras se sentaba en su cama.
Evidentemente estaba cansado. Se notaba que sus imprudentes hermanos lo habían estado estresando y que Sebastian realmente no lo había ayudado con todo lo que bebía. Fred te dijo que pensaba que no estaba bien una vez que regresaste a casa y tuviste el deber, como su amante, de cuidar al pobre muchacho.
"Sí... estoy bien, querida..." mintió. Evitó tu mirada. Habías visto a través de él.
"¿Seguro?" Dijiste, colocando una mano en el muslo de Louis. Se mordió el labio, secretamente calentándose con tu toque, esperando que le dieras un abrazo, un beso, cualquier cosa en realidad. Estaba tan cansado y solo quería que lo consolaras.
Él asintió con un murmullo pero fue interrumpido por tus brazos envolviendo su forma dormida. Se sorprendió al principio, pero devolvió el gesto cariñoso y se inclinó hacia ti, con la cabeza apoyada en tu hombro.
"Mentiroso." Sonreíste mientras alcanzabas su mejilla y empezabas a acariciarla.
Tu amante trató de ocultar su rostro avergonzado pero levantaste su rostro hacia el tuyo y lo salpicaste de besos, dejándolo sonrojarse como un loco.
"No tienes que decirme cómo estuvo tu día, pero podría sentirse mejor dejar algunas cosas de tu pecho". Sugeriste después de darle un beso en la frente y dejar que se acurrucara contigo.
"Me siento un poco deprimido". Su voz apagada dijo.
"Está bien, cariño", sonreíste, pasando tus dedos por sus suaves mechones rubios. "Honestamente, no conozco a nadie que sea más fuerte que tú. Mantienes todo en orden y no sé cómo demonios puedes aguantar los lloriqueos de Moran a veces". Te reíste.
En este punto, sus ojos tienen un brillo y sus pestañas se humedecieron con estas lágrimas. Estaba conteniendo los sollozos mientras lo sostenías cerca de tu cálido y reconfortante cuerpo.
Después de más palabras de adoración y afirmación, levantaste su barbilla, llevándolo a mirar tu suave sonrisa.
