─ ✦summary: tú y moran reciben un telegrama largamente esperado de su consultor criminal favorito, aunque tenían una queja, ¿por qué tuvo que enviarlo tan temprano en la mañana?
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Toc, toc! "Disculpe, un telegrama".
Parpadeaste con sueño ante el sonido de fuertes golpes en tu puerta, luchando contra el impulso de arrastrarte más bajo las sábanas, te frotaste los ojos y trataste de levantarte de la cama.
Esto fracasó miserablemente.
Principalmente porque cierto artillero que conocías estaba empeñado en aferrarse a tu cuerpo, intentaste deslizarte fuera de su alcance sin despertarlo, pero eso salió volando rápidamente por la ventana ya que no se movió ni una pulgada y simplemente te abrazó aún más fuerte.
Tus manos empujaron febrilmente sus hombros, solo provocando que Moran metiera su cabeza en el hueco de tu cuello, en el segundo en que sentiste la vibración de un suave gemido en tu clavícula, tu respiración quedó atrapada en tu garganta.
Tanto por no alertarlo.
Lenta y constantemente, esperó unos segundos antes de quitar sus brazos. Una vez, pudiste mover correctamente tu cuerpo, suspiraste aliviado y comenzaste a caminar hacia la puerta.
Habían empujado un pequeño papel debajo de la puerta, frunciste el ceño confundido sobre quién sabías que tenía las riquezas para enviar un telegrama. Todo encajó en su lugar cuando le diste la vuelta al papel y un escudo familiar con la leyenda "Je crois en moi" te miró fijamente.
"Será mejor que tengas una buena excusa para levantarte de la cama a esta hora." la voz ronca de Moran te llamó, sus pasos resonaron por todo el pasillo, hasta llegar a ti, plantó un beso en tu hombro desnudo mientras envolvía sus brazos alrededor de tu abdomen.
Subconscientemente te prestaste a su toque, una sonrisa se deslizó por sus labios mientras leía por encima de tu hombro.
"Parece que estamos de vuelta en el negocio, muñeca".
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