─ ✦ warnings: fluff, f!reader, relación establecida, soft, san valentín atrasado ⚯̮
─ ✦summary: "Esto me recordó a ti"
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'Está bien... tengo chocolate, vino tinto...' enumeraste en tu cabeza mientras revisabas tus bolsas de compras, comprobando que tenías todo para hacer vino de chocolate casero para Albert.
'...azúcar... y-¿eh?' Te detuviste a medio camino mientras levantabas la vista de las bolsas, mirando el escaparate de una tienda de muñecas.
Te quedaste sin aliento mientras mirabas fijamente un lindo juguete de peluche de un gato de esmoquin marrón chocolate.
También tenía ojos verde esmeralda, con un extraño parecido con Albert.
"¿Le gustaría echar un vistazo más de cerca?" Una voz mayor se animó, sacándote de tu trance cuando te volteaste y viste al dueño de la tienda ofreciéndote una cálida sonrisa.
"O-Oh, lo siento..." te disculpaste tímidamente, sin darte cuenta de que te habían pillado mirándolo.
"También puedes personalizar los muñecos si lo deseas", añadió, aguzando tus oidos.
"¿Personalizar cómo?"
"Puedes ponerlos en los conjuntos que desees y agregarles accesorios", respondió, sacando un pequeño conjunto y un bombín.
"¿Cuánto cuesta?" Sacaste tu billetera, tus ojos ardían de resolución.
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'Vale la pena...!' aplaudiste en silencio mientras esperabas que el dueño de la tienda empacara tu nuevo gato de peluche en una caja de regalo, su pelaje se parecía al color de cabello de Albert mientras que sus ojos combinaban con los de color verde esmeralda.
Incluso el traje y el sombrero de copa se parecían al guardarropa de tu amante.
"Gracias por su patrocinio", sonrió el dueño de la tienda mientras te entregaba la caja.
"Gracias...!" felizmente tomaste la caja; tu deleite se podía ver a kilómetros de distancia.
Cuando estabas a punto de salir de la tienda, se te ocurrió una idea.
"Disculpe", te apresuraste a decirle al dueño de la tienda, haciéndolo mirarte con curiosidad. "No hace encargos, ¿verdad?"
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'Sólo cuatro semanas... ¡No puedo esperar!' Pensaste felizmente mientras revolvías el vino de chocolate, mirando la caja de regalo.
Mientras preparabas el vino de chocolate, no notaste que Albert entraba a la cocina.
"Bueno, no te ves feliz", bromeó Albert mientras te abrazaba por detrás y besaba tu cabeza.
"¡Albert!" saludaste emocionada mientras le devolvías el abrazo, besándolo en la mejilla. "Bienvenido a casa", sonreíste, haciendo que Albert levantara una ceja con una sonrisa.
"¿E-Es tan obvio?" preguntaste, tocándote la cara y sintiendo tus mejillas doloridas.
Albert exhaló una sonrisa mientras miraba por encima de su hombro y veía el vino de chocolate y la caja de regalo.
"¿Chocolate?" cuestionó, haciéndote asentir.
"¡Feliz San Valentín!" sonreíste, dándole la bebida más atractiva y tomando la otra, chocando ambas mientras tomabas un sorbo.
"Seré honesto... Este regalo es más para mí que para ti, pero esto me recuerda a ti", admitiste mientras acercabas la caja de regalo, haciendo reír a Albert.
Abrió suavemente el regalo y vio el gato de juguete personalizado, sorprendiéndolo.
"¿Dónde...?"
"Lo vi en una tienda de muñecas", sonreíste, sacando el gato de juguete con un traje, "Incluso es personalizable", sonreíste, mostrando el traje. "Es lindo, ¿verdad?" preguntaste mientras abrazabas el juguete con amor, casi haciendo que su sombrero de copa se cayera de su cabeza.
Albert estuvo a punto de estar de acuerdo, encontrando adorable y divertido cómo personalizaste el juguete para que se pareciera a él... Si tan solo no lo abrazaras con tanto cariño frente a él.
Por mucho que le guste verte sonreír, no puede evitar sentir un dejo de celos por lo eufórica que parecías por un gato de juguete que se parece a él.
"Sí", respondió Albert rotundamente, agarrando el juguete por la cabeza y sacándolo de tu alcance. "Lo es", estuvo de acuerdo mientras te abrazaba con fuerza y besaba tu frente.
"Pero preferiría que me mostraras el mismo nivel de afecto, querida", sonrió, arrojando el juguete fuera de la cocina.
Te mordiste el interior de tus mejillas mientras sofocabas una risa, sin esperar verlo ponerse celoso por un juguete.
"Muy bien", sonreíste, abrazándolo con fuerza mientras llenabas su rostro con besos, haciéndolo relajarse mientras seguía abrazándote cerca.
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Conseguiste encontrar el juguete de nuevo y llevarlo a la cama, abrazándolo hasta dormir.
Albert rápidamente te vio y casi arrojó el juguete a la chimenea... pero decidió esconderlo en el sótano mientras se acurrucaba contigo.
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