YO en el Camino Hacia El Dorado V. 1

Capítulo 12

Advertencia es una capítulo largo y con muchos avisos.

Chell y Carlos se encontraban caminando hacia el campo de juego de pelota acompañados de Altivo y Bibo, el chico llevaba puesto la ropa con la llego a este mundo ya que antes habían ido al templo donde dormía por su ropa. Decidió ponérsela ya que sentía que así podría jugar más cómodo además aun no se acostumbraba a vestir con la ropa de la ciudad.

-No tienes que hacer esto.

Dijo Chell mientras caminaba al lado del chico.

-Que cosa?.

Preguntó el chico.

-Jugar, si pierdes se darán cuenta que no eres un dios y de tu farsa, podemos escapar solo tienes que mentir para ganar tiempo.

Dijo Chell preocupada ya que temia qué le pasaría a ella y a su socio, por alguna extraña razón intentaba convencer al chico de huir con ella en lugar de escapar sola, esto era extraño ya que desde que murió sus padres dejo de importarle los demás solo se preocupaba por ella misma y de la familia del jefe Tanabok ya que ellos la cuidaron cuando murió su madre.

El chico pensó en la oferta de Chell por algunos segundos, estaba contemplando la posibilidad pensó por que ella quería que escaparan juntos ya que sería fácil para ella irse sola, esto iso qué pensara que Chell ya lo veía con otros ojos esto provocó en un sonrojo para en el chico pero iso de lado sus pensamientos para decidir que hacer. El chico recordó todo lo tuvo que pasar para encontrar este paraiso y como la ciudad como su gente lo habían hecho sentir bienvenido algo que en su mundo no sentía desde hace tantos años, lo último que provocó qué el chico decidiera quedarse fue mirar a su acompañante de reojo, aquella hermosa mujer more de seductoras caderas y escasa ropa provocó qué el corazón del chico se acelerará desde que llego aquí ella estuvo a su lado guiándolo por este paraiso, estaba decidido se quedaría a pelar por la mujer y la ciudad qué le habían robado el corazón.

-Tranquila no perderé.

Dijo el chico confiando y con una sonrisa en su rostro mientras giraba ligeramente su cabeza para ver a su amigo armadillo en la espalda de Altivo, el chico sabía que solo necesitaba a Bibo para ganar y asombrar a todos con sus "poderes de Dios". El chico podía ver como estaban cerca del lugar así que decidió detenerse por unos segundos.

-Que pasa?.

Pregunto Chell al ver la acción de su socio por unos segundos pensó que el había aseptado su oferta lo cual le había llenado de alegría aun que la ocultaba, pero al ver a su socio sacar de su extraña vestimenta alargada qué cubrían sus piernas un par de pendientes dorados con un pequeño cristal azul en el centro iso qué su felicidad desaparecieras.

-Nun...nunca te agradecí por haberme ayudado y... Cuando vi estos pendientes pensé que te verías hermosa con ellos.

Dijo el chico nervioso esta era su primera vez dándole un regalo a una mujer, el chico quería entregárselos ahora ya que una parte de el temía perder. Chell al ver esto se quedo impresionada y confundida a la vez no entendía por que su socio hacia esto además era un poco extraño recibir un regalo departe de alguien que no sea de la familia del jefe Tanabok.

-Gracias...

Dijo Chell mientras tomaba los pendientes, se sentía extraña un intenso calor hacia qué su corazón latiera más rápido no sabía que era esta extraña sensación.

Después de este siguieron con su camino, llegaron al lugar el chico se quedo asombrado al verlo en persona, dos gigantescos bloques de piedra qué median más de tres metros estaban cada uno a un lado de la cancha de juego, sobre estos estaban las gradas desde la cuales las masas gritaban impacientes por el inicio del juego.