24- Guille.

3.2K 161 2
                                    

-Es una sorpresa. Y no quiero que la veas. No vas a intentar quitarme la mano hasta que yo te diga. O no te daré un beso durante estas dos semanas. ¿Claro? -reí y asentí-. Bien, ahora nos estamos dirigiendo hacia la consulta. -tropecé pero Jesús me agarró- Parece que tienes manía de tropezarte siempre que estoy contigo delante de la consulta -dijo riendo-.

+ Que gracioso. En serio. Me estoy partiendo por dentro.-dije con ironía-

No obtuve respuesta, pero noté como Jesús hablaba con alguien en susurro.

Y de repente, noté como unas pequeñas manos abrazaban mis piernas con fuerza. Jesús quitó sus manos de mis ojos y no podía creer lo que estaba viendo.

Sin pensármelo dos veces, le cogí en brazos y le abracé llorando lo mas fuerte que pude. Jesús se unió a nosotros.
No me lo podía creer, Guille, mi niño. Por fin le tenía entre mis brazos otra vez.

-Tata. -me abrazó fuerte el cuello.-

+Chiqui, suéltame un poco que me haces daño -dije riendo pero con lágrimas en los ojos.-

-Lo siento tata. -puso pucheritos-.

+¿Y esto? -me dirigí a Jesús-

-Te dije en esa azotea que verías a tu herma..-y no le dejé terminar. Le besé-. Estas aplastando al chiquitín -me dijo riendo y separándose de mi-.

-(G) Tata es tu novio.

+Si cariño. -reí-

-(G) Me gusta -sonrió-.

-Gracias chiquitín. -Guille abrazó a Jesús. Y este le cogió en brazos-. Creo que también tienes que hablar con otra persona. -me susurró-.

+¿Qué?

-Gírate.

Y me giré. Vi a mi madre acercándose hacia donde estábamos. Sonreí a Jesús, respiré hondo y me acerqué a mi madre.

Paciente [Jesús Oviedo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora