Fifteen

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Salto en el tiempo

Febrero 2, 1978, North Denver.

Narra Lorwin Shaw:

Desperté emocionada, hoy era el cumpleaños de mí querido Robin. Luego de esa bella noche en el autocinema el muchacho de cabellos largos y yo nos habíamos vuelto muy cercanos, no había día en el que no nos viéramos, y si de casualidad llegaba a haber un día que no nos hacíamos tiempo a vernos, al otro día compartíamos un helado como recompensa. Afuera nevaba, hacia mucho frío, pero de igual forma correría hasta su casa para decearle un muy bello día, ya que el hoy estaría un poco ocupado organizando cosas para su fiesta de esa noche. Me levanté y comencé a cambiarme, me coloqué unos calcanes de polar y sobre ellos unas mayas, me puse mí remera de Queen y sobre ella uno de los bellos Suéters de lana que mí abuela hacía para mí y mis hermanos en navidad. Me puse mis botas, unos guantes, mí abrigo, un gorro celeste con su bufanda a juego y corri a la cocina donde mí padre desayunaba leyendo su periódico y mis hermanos aún dormían.

-Buen día papi- bese su mejilla -voy hasta donde los Brown's y vuelvo.

-Esta bien cariño, ve con cuidado.- Asintió con su cabeza -Saluda a Robin y a su tío de mí parte- finalizó volviendo la vista a su lectura.

-Claro, Adiós, TE AMO- grite saliendo de la casa.

-YO A TI- alcance a escuchar antes de que se cerrará la puerta.
El frío aire golpeó mí rostro, una sonrisa se dibujo en mí rostro, me gustaba el frío calando mis huesos, la sensación al caminar en la nieve y los humeantes suspiros que salían de mí boca al respirar. Mire un poco el cielo, había grandes nubes blancas al igual que los pequeños copos que se desprendían de ellas, estire mí mano y vi como de a poco algúna que otra partícula blanca comenzaba a cubrir mí guante. Sacudí mí mano y comencé el camino hasta la casa de Robin, iba viendo el poco movimiento que había a esa hora, amaba caminar por esas calles, me encanta la seguridad que se plantaba en mí pecho al conocer todo y a todos. Ir saludando gente al pasar y observar el camino, no me di cuenta en que momento llegue a mí destino, pero la sonrisa que ya se dibujaba en mí cara se ensanchó. Corrí el último tramo hasta la puerta y toqué con mí ritmo tan característico. Tapa tapita tapón. La puerta fue abierta por el señor Brown el cual me dejó pasar enseguida.

-Buen día pequeña Lory- sonrio despeinado mí cabello por sobre el gorro.

-Buen día señor Brown, Robin duerme?- pregunté quitándome mí abrigo.

-Si querida, pasa, ya sabes dónde está su cuarto- me guiño un ojo para luego irse a sentar en la mesa. Reí bajo y camine hasta el cuarto de Robin, abrí su puerta con cuidado para luego asomarme un poco, el seguía durmiendo así que con sumo cuidado camine hasta su lado para seguidamente tirarme sobre el gritando.

-FELIZ CUMPLEAÑOS BIIIINN- el muchacho abrió los ojos riendo, abrazándome fuertemente -no se vale, ya estabas despierto?- comenté haciendo un triste puchero en broma.

-Si ojitos bonitos, pero estaba esperando a que tu llegarás para comenzar muy feliz mí dia- rió besando tiernamente mí mejilla. Se me escapó una risita y comencé a besar una y otra vez todo su rostro. -Si tengo que cumplir años todos los días para comenzar mis días así, cumpliré 365 por año- una carcajada salió sin compasión de lo profundo de mí pecho contagiandolo a Robin en el proceso, ambos reímos en lo que pronto se convertirá en un ataque de risa de esos que recuerdas el resto de tu vida. Robin se levantó y ambos caminamos de regreso a la cocina donde ahora si, desayunamos todos juntos.

-Invitaste a mucha gente hoy a la noche?- consulte untando un poco de mermelada en mí tostada.

-Algo así de 50 personas- comento el de cabello largo, su tío y yo nos miramos sorprendidos.

-Desde cuando conoces a tanta gente?- preguntó su tío confundido.

-Oh, yo no conozco a nadie, pero a mí? a mí me conocen todos- se mofo con algo de ego causando que no pueda evitar reírme.

-Oh lo lamento chico popular, no quisimos poner en duda tu actividad social- me burle rodando un poco mis ojos, de repente sentí un golpe en mí pierna por debajo de la mesa -OYE- me queje mirándolo fijamente.

-Oh lo lamento querida, no quería poner en duda tus reflejos- se burló de mí, entre cerre mis ojos y en un movimiento rápido le lance mí tostada, haciendo que por la mermelada quedará pegada en su rostro.

-Lo lamento querido pero yo si quería poner en duda tus reflejos- Robin se quitó la tostada del rostro muy despacio para verme con mala cara hasta que su tío soltó una gran carcajada contagiandonos a todos. Luego de desayunar junto a ellos, volví a mí hogar ya que me había comprometido a hacer el pastel y ayudar a mis hermanos con algunos deberes. Apenas cruce la puerta Gwen se me tiró encima abrazándome con fuerza.

-Dime que por favor me ayudarás en matemáticas porque no le entiendo nada a Finney- suplico mirándome a los ojos.

-Ey!- comentó ofendido Finn llevándose su mano al pecho.

-Lo siento hermano, pero es cierto, no entiendo nada- lo miro con lástima, Finney rodo los ojos ofendido en broma y río.

-Esta bien, sinceramente ni yo entiendo lo que te estaba explicando- susurro guardando sus libros, me reí en silencio y asentí hacía Gwen.

-Claro que te ayudaré, ven vamos- tomé su mano y caminamos hasta la mesa. Me saque mis guantes y demás abrigos para sentarnos y comenzar a explicarle un poco, cuando vi que medianamente le había tomado ritmo, comencé a buscar los ingredientes para hacer el pastel. Dos huevos, harina, azúcar, aceite, vainilla, chocolate, leche, y algunas cosas para decorar. Mientras Gwen iba preguntandome algunas cosas yo preparaba la mezcla, primero los huevos, luego una taza de azúcar y dos cucharadas de aceite, revolver bien hasta que esté todo integrado, una taza de harina e ir integrando de a poco con leche tibia, después agregar la segunda taza de harina junto con más leche. Una vez bien hecha la mezcla le agregué un poco de esencia de vainilla, reí al ver cómo Finney la olía para luego probar un poco y terminar poniendo cara de desagradó. Le puse chispas de chocolate y termine de mezclar para luego colocarlo en el molde y dejarlo en el horno a fuego bajo. Lave mis manos y sonreí al notar como mis hermanos me hacían ojitos hacia las chispas sobrantes, les asentí y con rapidez las tomaron para empezar a comerlas. Al poco tiempo llego papá con algunas bolsas en mano, había hecho las compras y me trajo algunas cosas que le pedí. Mientras esperábamos a que termine de hacerse el pastel, con Finn hacíamos un trabajo de historia que teníamos en conjunto sobre el primer viaje de Colón a América. Papá había dejado unos bocadillos sobre la mesa para que comamos, a los segundos sonó la puerta y con curiosidad camine hasta la entrada, al abrir sonreí al encontrarme con Griffin, beso mí mejilla y entro en casa.

-Que tal Griff?- le pregunté cerrando la puerta.

-Todo más que bien Lory, y tu?- me sonrió.

-Me alegro por ti, pues yo todo genial.- acomode un poco mí cabello -De que color va tu día?- cuestioné.

-Amarillo, sin duda Amarillo- respondió seguro, asentí y lo guíe a la cocina con el resto.

-En la mesa hay comida Griff, estás en casa- acaricie su pelo y me dirigí a tomar el guante de cocina para sacar la torta del horno.
La dejé descansar un poco, y mientras esperaba que se enfríe busque los duraznos y comencé a preparar la crema batida. Una vez que termine con eso, corte el pastel en dos, haciendo como pequeños pisos, para entre ellos poner crema y durazno como relleno. Luego a la crema le agregué colorante marrón, el color favorito de Robin, y la use para decorar la parte de afuera. No era una gran repostera pero le estaba poniendo mucho amor a esto y solo esperaba que a Robin enserio le gustará.

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Cómo están después de tanto tiempo mis querid@s? los extrañe mucho a todos:)
No sé asusten que ya casi tengo el siguiente cap

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⏰ Last updated: Sep 18, 2023 ⏰

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Two Lirios (Robin Arellano-TBP)Where stories live. Discover now