Daño

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Remus paso la mayor parte de la noche despierto viendo como Harry dormia o cambiandole el pañal.

Lily y James habian acertado en que Sirius necesitaria ayuda si querian que Harry creciera sano, en los ultimos dias el Blacknse la pasaba sentado frente a la chimenea de la sala mientras miraba el arbol genealogico destrosado, mas en concreto la imagen de su hermano a lado de la suya destruida.

El hombre se habia descuidado tanto de su mismo que una baraba desalineada crecia por su rostro y tenia obvias ojeras, Kreacher al menos pasaba su tiempo de duelo en el cuarto de Regulus limpiando o en el mejor de los casos se sentaba al lado de Harry dejando que este le jalara las orejas.

Para el viejo elfo el menor era un pequeño balsamo relajante, el bebé tenia la misma costumbre que su joven amo de niño al jalarle las orejas y no lloraba al verlo como Sirius lo habia hecho la primera vez.

Si el niño era un mestizo, pero su amito Regulus una vez le dijo que eso no era importante, que lo importanter era la magia nueva que venia con esa vida, por eso no tratada de mala manera al menor.

Remus no sabia que hacer con Sirius, las cosas no eran como antes de que salieran de Hogwarts, ambos tenian una relacion rota a base de las desconfianza y sentimientos no indentificados entre ambos que los separaba.

El de ojos dorados trato de acercarse una tarde al contrario, pero la vasilacion lo hiso desistir de su idea y le mando una carta a la ultima persona a la que penso hablarle.

Severus Snape.

No tenia de otra, la luna llena estaba cerca y con Sirius ido no tenia la confianza de dejar solo a Harry.

Podia dejarlo con Krecher, pero el elfo tenia su propio horario y no queria cargarlo con el menor mas.

Una mañana le pidio a Sirius la ubicacion de la casa, el hombre estaba tan distraido que la escribio en un papel sin pensarlo dos veces.

Esa noche cuando el rerloj marco las 9 el sonido de una aparicion resono en la vacia calle, Severus estaba parado al otro lado de la calle, sus usuales tunicas negras lo camuflaban a la perfeccion

-Lupin -dijo con desden ni menos lo vio

-hola Severus gracias por venir yo no sabia con quien dejar a Harry -suspiro Remus que asimple vista se veia demacrado y palido

-me preguntaba cuanto aguantarian ambos en la misma casa, y no me sorprendi que me hablaras, es obvio que Black no es capaz de cuidarse ni asi mismo -resoplo el hombre

Remus no dijo nada y le paso la bolsa con las pertenencias del menor, Harry que dormia se removio un poco al sentir que lo movian mas no se desperto.

Sin mas Severus se aparecio sin decir una sola palabra en sy casa en Hilandera y dejo al menor dormido en una cuna que habia preparado previamente.

Remus por su lado entro en el numero 12 y escribio en una hoja el motivo de su salida, especificando que Harrybestaba con su otro tutor.

Con una ultima mirada hacia el hombre que aun miraba el arbol genealogico, el de ojosbdorados salio en silencio y se aparecio en el bosque mas lejano y se preparo para pasar unos dias de dolor en plena soledad.

Severus no tenia un elfo domestico, su imagen de las criaturas estaba seriamente dañada por la sombra psicologica de Lucius a lo largo de los años, por ello el se encargaba de las tareas dosmeticas.

La primera noche con Harry fue en pocas palabras, especial, Severus durmio poco vigilando al menor, el no sabia nada sobre niños, los pocos que conocia se alejaban gritando de el y apuntandolo con el dedo dada su apariencia.

Pero Harry era un niño muy tranquilo, solo desperto en dos ocaciones una para comer y otra para que le cambiaran el pañal, despues de eso no hubo mas movimientos y Severus se durmio sin saberlo en el sillon reclinable del cuarto que habia adaptado para el menor.

Al dia siguiente el se levantaria con dolor de cuerpo y un ligero hueso le tronaria al moverse, solo para ser recibido por la risa del menor que lo miraba despierto desde la cuna.

-mocoso

Llamo Severus sin esperar que Harry le respondiera con un balbuseo inentendible, el hombre solo lo miro antes de tomarlo en brazos y revisa que no estaba sucio.

Para luego pasar a la cocina y pusiera la tetera para hacerse el desayuno mientras le daba de comer papilla al menor.

-no te ensucies -gruño fastidiado al ver como la midad de la papilla bajaba por la barbilla del niño mientras este la empujaba fuera de su boca con la lengua -si muy gracioso Potter

El gorgojeo alegre del menor le provoco cierta pocason en el pecho, que Severus decidio ignorar.

Tomando la bolsa del menor busco un poco de ropa, fue de esa manera que saco varios trajesitos negros con el escudo de la casa Black, el nombre de Regulus Arthurus Black, brillaban gracias el hilo de color plata en el pecho.

-ese estupido perro sarnozo ni se digno en comprar ropa para ti mocoso, tu padre escogio a un hombre que no es capas de cuidarse a si mismo como para que le den un niño y el lobo, ni hablar, para mi que nisiquiera toco el dinero que le dejaron pensando en devolvertelo de grande -resoplo

Buscando mas a fondo de la bolsa encontro mas trajesitos y una bata que parecia mas un vestido lleno de olanes, Severus hiso una mueca de desagrado y sintio pena por Regulus que se vio obligado a usar esa mounstrosidad.

-vamos mocoso, tendre que comprarte ropa

Severus camino hacia el menor y transfiguro un servilleta cercana en un porta bebé que un dia vio usar a una mujer muggle y se encamino hacia Gringgots

Ni leon, ni serpiente, TEJONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora