Un paseo por el supermercado

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Severus se sinto muy molesto de ida a Gringotts, las magos y brujas de la calle no dejaban de verlo y señalarlo con el dedo, al llegar al banco mostro la llave que estaba dirigida al cuidado del menor y saco varios galeones de de la bobeda y salio rapidamente del lugar.

Su primera parada fue en una tienda de ropa, estaba decidido a comprar ropa para el menor, pero la mira de desprecio de barias brujas lo estaban dejando sin paciencia, a final salio molesto del lugar sin comprar nada y entro a una boticario para rellenar su stock de ingredientes, la tienda era nueva considerando los mubles sin daños y la decoracion acorde a la epoca.

Una muchacha que ya deberia haber salido de Howgwarts lo atendio emocionada.

-buenos dias, un placer bienvenido al boticario ''la mandragora chillona'' ¿en que puedo ayudarle?

Severus ignoro el nombre y se paseo por el lugar viendo la variedad de ingredientes que habia, algunos estaban frescos y los mando a pesar mientras miraba los extraños envases en los que algunos gusanos Gu se movia.

-le interesaria nuestra oferta de 25 knuts por una libra de gusano Gu, estan recien llegados de china -mensiono la joven que cargaba con su pedido en una caja especial

-no, lo que pedi esta bien, solo observaba el enbase -dijo Severus viendo el tupper en el que estaban los gusanos -si no es molestia, ¿puedo saber donde lo consiguio?

-oh claro, soy nacida de muggles, los tupper son normales en el mundo muggle, usualmente ponemos comida en ellos, pero yo los use para los gusanos cuando vi que no escapaba con facilidad que en su caja de origen

En ese momento a Severus se le aclararon las ideas y pagando por sus ingredientes, regreso a paso rapido al banco, cambiando el dinero magico a dinero muggle.

Si no podia comprar la ropa para el mocoso en el callejon Diagon, iria al mundo muggle, el niño necesitaba ropa acorde a la epoca y que no lo hiciera parecer niña.

Al salir del callejon Diagon, fue a su casa a cambiarse su tunica por ropa mas normal, se coloco un pantalon negro y una camisa manga larga tembien negro y se coloco la cangurera de color verde con el menor en el.

Y se aparecio en un callejon vacio por el centro de londres, justo en el sector comercial.

Los locales tenian grandes escaparates llenos de maniquis en diferentes poses, mostrando de manera distintas varios tipos de ropa, desde deportivas hasta de gala, ignorando todas ellas, el mayor se dirigio a un local que estaba dedicada unicamente a menores, desde recien nacidos hasta niños de 10 años.

Dentro del lugar los colores pasteles e imagenes infantiles de muchas cosas que el conocian cegaban sus ojos acostumbrados a la oscuridad de su casa y las mazmorras del castillo.

-buenos dias ¿en que puedo ayudarle? -una mujer mayor, por sus 40 años se acerco amablemente a el

-estaba buscando ropa para él -Severus levanto un poco al menor que chupaba su pulgar y lanzaba de ratos ciertos gorgojeos de felicidad

-oh claro, sigame la ropa para niños de 1 a 2 años estan en el pasillo 6 de la planta alta

Severus siguio a la mujer hasta el acensor, siendo guiado entre pasillos y pasillo de ropas con tematicas de animales, pequeños trajesitos y colosales peluches que adornaban habitaciones falsas con millones de juguetes.

Con ayuda de la anciana mujer, Severus termino comprandos dos trajesitos en colores blanco y gris oscuro, tres mamelucos con tematica de animales (una serpiente, un dragon y patito) un par de botines de caña alta (ya que la amable mujer le habia dicho que eran para que no se torciera los tobillos al querer caminar) tambien se estaba llevando unas medias con dibujos que despues animaria con magia y varios colchas frizadas.

Al final cuando se encontro con un grupo de madres primerisas, y todas se le agruparon al rededor, termino comprando un andador y un cochesito.

Al llegar a su casa sacando las compras encogidas de sus bolsillos miro la boleta donde su nombre y el de Harry figuraban a lado de una clase de dos meses para padres primerisos.

Severus supiro cansado y un escalofrio le recorrio la espalda al recordar al grupo agresivo de madres arrastrandolo de un lado a otro, de las compras de lado y le dio de comer al menor antes de hacerlo dormir y tumbarse en el sofa, suspirando por lo cansado que estaba.

Tal vez deberia de ir al callejon Diagon y comprar un juguete de pociones para el menor, los juguetes chillones y los que funcionaban con pilas no servirian en su casa.

Ni leon, ni serpiente, TEJONWhere stories live. Discover now