Ni leon, ni serpiente, TEJON

Navidad

Severus estaba entrando en crisis y no era culpa de Albus muchos nombre Dumbledore o por el oar de perros pulgosos que vivian en su casa.

La crisis que estaba por darle tenia que ver con la llegada de la fecha mas emocionante para un niño y la mas agobiante para los padres... Navidad.

Si Severus no era el oadre de Harry, ni tenia por que portarse como una ama de casa perfecta, pero con Augusta afirmandole que estaria en su casa aquel 24 de diciembre, junto a todo el grupo de padres que lo ayudaban cuando no estaba disponible para cuidar del mocoso.

A eso tenia que añadirle a las tres brujas que evitaban que se matara a golpes con los dos sarnosos y a Hagrid, el cual se auto invito despues de que Minerva le contara sobre ello.

Asi que ahi estaba, en plena madrugada del 23 de diciembre, parado en medio de un centro comercial con Harry en un carrito para bebés, llevando una lista de alimentos muggle que necesitaba para el dichoso pavo que tenia que hacerse.

-bien mocoso, este año tendre que cocinar para un monton de gente y lo unico que me consuela es el hecho de que tu no conoscas el significado de la palabra regalo, ahora quedate quieto y tranquilo mientras yo busco este dichoso condimento -gruño el mayor

Harry gorgojeo feliz sin entender nada y abrazo a un mas fuerte su peluche de serpiente, Severus esbozo una leve sonrisa y siguio caminando.

Pasillo tras pasillo su carrito de compras se hiba llenando de diversos articulos comestibles y uno que otra botana aptas para bebés.

Al finalizar todas esas malditas compras, salio rapidamente del supermercado, evitando al gran grupo de mujeres solteronas y desesperadas que lo veian como un pedazo de carne.

Cuando llego a su casa (bentido sea su hogar) no espero entrar en ella solo para encontrase a los dos perros sarnosos gritandose como un par de idiotas.

-que pasa aqui? -pregunto indiferente mientras dejaba las compras a un lado y se quitaba la cangurera que llevaba colgado a Harry por su delante.

-no es nada Severus solo... em ciertos problemas -diji Remus con los ojos rojos, aguantando el llanto

- como que nada ?, estabamos discutiendo sobre nuestros problemas, Samanda sijo que era bueno que hablaramos de ellos -gruño el animago

-primero que nada, no griten asustaran al mocoso - gruño y ambos hombre cerraron la boca -segundo si van a hablar de como lo dos han estado demostrandose su amor en publico por años y no se atreven a confesarse, haganlo fuera de mi casa, no es un motel

Remus enrojecio violentamente mientras Sirius boqueaba sin palabras y al final cada uno corrio a su habitacion avergonzado.

-par de perros que no saben sobre sus sentimientos tch, ojala y tu no salgas igual de bruto que esos dos

El bebé solo sonrio feliz y alzo los brazos mientras hacia burbujas con su boca.

El dia siguiente Severus seria abordado por un grupo de madres anciosas y unas brujas muy alegres para comenzar con la dichosa cena de navidad.

Todo el dia, todo su maldito dia metido dentro de la cocina con un delantal rosado pegado frente a una estufa solo para que la comida desapareciera en menos de una hora y le dejaran platos que lavar.

Por suerte los padres y Tio en caso de Steve estaban mirando a los niños, y si tambien miraban a los dos pulgosos.

Para su sorpresa ambos magos se veian muy felices al terminar la noche y el pocionista no pudo evitar preguntar el motivo.

-ohhh eso, Carlos puso un muerdago sobre su cabeza y les dijo que era tradicion besar a la persona que te acompaña, abviamente se lo creyeron y ahora son pareja, de nada - respondio Luis con alegria y desaparecio en si auto con su familia, mientras Augusta se reia con Neville en brazos

-jajajajaja ya era hora que ese oar de idiotas se de cuenta de sus sentimientos, ahhh bueno muchacho, fue una buena cena, pero Neville y yo ya tenemos sueño, no vemos la semana que viene

Si Severus no esperaba eso en su primera navidad en familia.