CAPITULO 24: "¿Ahora qué?

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Un mes más tarde

Eran pasadas las 12 de la noche cuando Todd dejó a Victoria en la entrada principal de la casa, ella insistió en que la dejara ahí, necesitaba tomar aire antes de iniciar el ascenso por las escaleras que la llevarían a la puerta principal. Estaba a punto de dar el primer paso cuando notó una sombra en uno de los grandes ventanales, no era cualquier sombra, era el, el señor Rothschild estaba despierto un jueves a la media noche.

No dispuesta a que la viera algo "mareada" decidió rodear la casa y se encaminó por el oscuro camino al patio trasero.

De pronto una mano la tomó con decisión del brazo y la jaló de ella a uno de los oscuros rincones del patio trasero, estampándola contra un fornido y trabajado pecho, era el, Chris la estaba mirando a los ojos, finalmente.

Aún un poco asustada Victoria logró reconocerlo entre la oscuridad de la noche y las copas que llevaba encima.

-Hola –la saludo con voz suave y cargada de ansias

-Ah... eres tu –soltó sin ánimos, quitando la mirada

-Estas muy linda –le sonríe

-Eso dicen...

-¿Como estas? –se escuchaba realmente ansioso por escucharla hablar

-Ahora me hablas, ¿que quieres? –preguntó visiblemente molesta

-Vicky yo... –intentó explicarse

-¡ODIO que me llamen Vicky! –soltó molesta ante su repentino impulso por dirigirle la palabra

-Lo siento -susurró

-Quiero que me sueltes, ahora –le ordenó furiosa mirando el modo en que su fuerte mano sostenía su brazo.

De inmediato lo hizo y tomó un par de pasos de distancia, a pesar de lo fría que estaba siendo, no pudo sino que mirarla con adoración.

-¿Qué pasó? –preguntó nuevamente ella en un susurro

-El me amenazó –confesó soltando un agotador suspiro- Me dijo que no podía acercarme a ti, nos vio besándonos, dice que no puedo tocarte de ese modo, que no lo va a permitir

-¿Q...que? –tartamudeó confundida

-Me prohibió tocarte, incluso durante los ejercicios

Con unos ojos abiertos a más no poder escuchaba las palabras de su ahora frío entrenador que tantas hormonas le revolucionaba. ¿El señor Rothschild los vio besándose? No conseguía explicarse como, si solo había sido una vez, sin contar el primer "intento de beso"

-No puedo dejar de pensar en ti, acepté volver incluso después de escuchar sus condiciones, solo para verte, te extrañé mucho –dio un paso hacia ella

-No-no creo que sea bueno que sigamos hablando, estoy-estoy algo mareada, hasta mañana por la tarde entrenador...

Con la mirada perdida retrocedió hasta perderle de vista, necesitaba procesar en privado toda aquella información algo perturbadora ¿que estaba pasando? Es lo que necesitaba averiguar, además tenía muy presente la noche en que lo vió en el club con una hermosa rubia perfecta.

El extraño comportamiento comenzó con la tarde en que sus padres dejaron la casa tras el intenso almuerzo, nunca se había quebrado ante nadie como lo hizo delante de este desconocido hombre que la mantenía bajo su techo, en el momento exacto en que sus cuerpos colisionaron la noción del tiempo se perdió. Cinco minutos. Quince minutos. ¿Media hora? Tal vez más, en el momento en que sus cuerpos se fundieron en ese fuerte y demostrativo abrazo, ninguno habló, ninguno hizo nada por separarse, solo estuvieron de pie hasta no poder más.

El Contrato ©️(SIN EDITAR)⚠️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora