El Contrato ©️(SIN EDITAR)⚠️

CAPITULO 35: "Adam"

  Molesta salió del edificio solo para encontrarse con Todd, quien a pesar de sus protestas consiguió que entrara en el auto, pero como lo último que quería en ese momento era ver a Rothschild, lo hizo en el asiento del copiloto, guardando silencio hasta llegar a la propiedad.

Un confundido Rothschild hizo el viaje en silencio, sin perderla de vista en ningún momento. Al llegar a la propiedad bajó del auto, la observó bajar y alejarse, comprendiendo que necesitaba su espacio permaneció al pie de la escalera observando cómo se alejaba.

No sabiendo muy bien que hacer, Victoria solo dio vueltas alrededor del hermoso jardín, incluso visitó el invernadero, pero solo un instante, lo que menos quería en ese momento era encontrarse con Rothschild, estaba realmente furiosa, le había contado a todos que están "viviendo juntos" ahora todos saben que les ha estado mintiendo todo este tiempo y no soporta la idea que en especial Sue se sintiera traicionada, porque la mirada que su mejor amiga le dio, fue de absoluta decepción, ellas nunca se mentían, hasta que apareció Matthew Rothschild.

Sin saber dónde ir, entró en el gimnasio, el lugar estaba a oscuras, perfecto para su estado de ánimo. Arrastró los pies hasta el vestidor y se dejó caer al suelo, finalmente las lágrimas que hace un rato picaban sus ojos cayeron, sin pena ni gloria, las palabras de Andy, se repetían en su cabeza, incluso las de Jax, pero no dejaba de odiar como Rothschild había volteado todo. Ahora todos creen que es su novio y que le fue infiel con Jackson, se suponía que eso solo lo debía saber su familia y ahora las personas más importantes luego de sus hermanos la ven como una mentirosa, infiel y escandalosa. Ya no es la chica simple y tranquila que fue hasta antes de llegar a esa casa, y no soportaba la idea.

-Hey...

Una voz la sacó de sus divagaciones, pero con la oscuridad que la rodeaba no lograba identificar al dueño.

-¿Estas bien? –preguntó con cautela

-¿Adam? –lo reconoció algo impresionada de encontrárselo, después de todo eran las 4 de la madrugada

-No vengo a pelear, lo prometo –dijo mientras se acercaba a ella

-¿Qué quieres? Realmente solo quiero estar sola –pidió agotada

-Escuché su discusión antes que salieras

-¿Qué? –se sentó derecha de golpe, pensando que sabía que estaban fingiendo

-Sabes, el "estirado" ese nunca había hecho nada parecido a lo que hace contigo –reconoce con voz suave y comprensiva

-¿Qué quiere decir eso? Adam yo...

-Tranquila, el tiene que tener el control sobre todo, es su defecto, tu reacción, completamente justificada con respecto a Michael lo descoloca, el en su cabecita arma todo un rompecabezas con posibles... mmm, reacciones y tu preciosa, nunca haces lo que el espera y eso lo esta volviendo loco, en el buen sentido –sonríe cómplice

-Pero es un imbécil con lindas corbatas...

-Vamos a hacerlo enojar –le sonríe maliciosamente

-¿De que hablas?

-Vamos a salir, ahora ¿tienes hambre? Apuesto que los restaurantes nocturnos no son tan malos como yo cocinando –le guiña un ojo

-El se va a enojar mucho, es un gruñón –le advierte Victoria

-Esa es la idea

Le ofreció su mano para ayudarla a levantarse del piso, no muy convencida la aceptó.

Subieron al auto que Adam había tomado prestado de la gran colección de su hermano y se fueron en busca de un restaurante abierto las 24 horas.

Tras encontrar una cafetería bastante decente y ordenar las más gigantescas hamburguesas del menú, Victoria finalmente preguntó: