acto 7 carrera de la muerte

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-Jajaja te patearon el trasero, amigo - dijo Barri riéndose a carcajadas del licenciado.

- Cállate, maldito humano. No se murió cuando debía, incluso cuando usé el arma especial - respondió el licenciado mientras arreglaba sus armas, con un tono de frustración.

- Bueno, ¿y qué te dijo Shirou sobre todo esto? ¿Sabe que fuiste tú el que destruyó una cuarta parte del barrio orko? - preguntó el licenciado con cierta nerviosidad.

- No le dije nada, y no tiene por qué enterarse. Ante todo, fue el humano, ¿entendido? Ahora, ¿por qué no intentas atraparlos tú, si eres tan "insano"? - desafió el licenciado a Barri.

- Lo haré, y si lo logro, me quedo con el titán orko - respondió Barri, haciendo referencia a los vehículos que estaban fabricando.

- Está bien, ni siquiera lo vas a lograr - afirmó el licenciado con seguridad.

Barri se marchó del lugar riendo, dejando al licenciado con una mezcla de irritación y preocupación.

En otro lugar, donde estaba Caín:

Caín había llegado a la pista de vehículos orkos, un lugar donde los orkos y humanos se movilizaban a través de vehículos de diversa índole. Observaba cómo tanto humanos como orkos manejaban estos vehículos, creando una escena caótica y peculiar.

- Hey, humano, según las normas, tengo que cobrarte el doble por los vehículos, ya que no estamos autorizados para vender cosas a humanos. Pero si pagas el doble, podemos hacer la excepción - le dijo un orko a Caín, quien lo miró perplejo.

Caín se preguntaba si estaban siendo corruptos o simplemente eran ingenuos en sus tratos.

Sin decir palabra, Caín entregó una bolsa llena de dientes que pesaba alrededor de 3 kilogramos. El orko la recibió y la examinó detenidamente.

- Está bien, puedes llevarte cualquiera de estos vehículos, pero ninguno de ellos tendrá armamento. No podemos vender armas a humanos, tontos - explicó el orko mientras señalaba los variados vehículos que estaban a disposición.

 No podemos vender armas a humanos, tontos - explicó el orko mientras señalaba los variados vehículos que estaban a disposición

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-- Este poderoso vehículo podrá aplastar todo lo que se cruce en tu camino. Nada y nadie podrá detenerlo, aparte de contar con un increíble motor potente - dijo el orko con entusiasmo mientras abría una parte del vehículo.

Mostró lo que era el motor, el cual resultó ser un misil conectado con cables.

- Creo que estoy buscando algo más diferente - dijo Caín, rechazando el vehículo debido a su tamaño.

- Creo que estoy buscando algo más diferente - dijo Caín, rechazando el vehículo debido a su tamaño

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