MURDERS // Finn Wolfhard [✔️]

P R Ó L O G O

Sadie POV

Estaba tranquila en mi casa, mis padres no debían tardar en llegar del trabajo y mi única preocupación era el examen del día siguiente.

El timbre de mi casa sonó, así que me levante para ver quién podía ser a las ocho de la noche.

No había nadie, solo la sola calle del vecindario.

Cerré la puerta de nuevo y a los pocos segundos de haberme dado vuelta el timbre volvió a sonar.

Me asomé de nuevo pero seguía igual que antes, no había rastro de nadie.

Cerré la puerta pero el timbre sonó una tercera vez.

Abrí la puerta molesta.

- Mira, esta broma no es graciosa - Salí de la casa y observé por todas partes - ¿Dónde estás?

Me di la vuelta al oír la puerta cerrarse.

- Si no sales voy a llamar a la policía - Comencé a caminar para rodear la casa.

Mi celular comenzó a sonar y yo respondí.

- Hola Sadie - Se oyó una voz aguda del otro lado.

- ¿Quién eres? Mira si estás bromeando quiero que sepas que voy a llamar a la policía - Advertí.

- ¿A qué le tienes miedo? - Preguntó ignorando mi advertencia.

Llegué a la parte trasera de mi casa e iba a entrar pero la puerta estaba cerrada con llave desde adentro.

- ¿Crees que esto es una película de Scream? - Cuestioné.

- No, esto es mucho peor - Se quedó en silencio unos momentos. Me di la vuelta observando el patio - ¿Qué tal si te volteas?

- No eres gracioso - Me di la vuelta.

La puerta de vidrio se rompió y un tipo con mascara de payaso cayó sobre mí.

Solté un grito y mi celular cayó lejos de mi rompiéndose.

Le di una patada en el abdomen y me levanté para ir a pedir ayuda.

Me tomó del hombro y me pegó a él encajando un cuchillo en mi abdomen.

Grité una vez más y caí al suelo comenzando a arrastrarme para poder escapar.

La sangre brotaba de mi abdomen e intente levantarme pero me dio la vuelta y se sentó a horcadas en mi abdomen.

Encajó el cuchillo en mi pecho y yo grité una vez más.

Forcejeé para liberarme pero siguió enterrando su cuchillo en mi pecho una y otra vez.

Lo oía reír, ni siquiera tenía la más mínima idea de quién podía ser ya qué no había nada de su cuerpo a la vista.

Me dio una última puñala que hizo que todo se tornara de negro y caí sin vida sobre el césped de mi patio.