MURDERS // Finn Wolfhard [✔️]

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Tn POV

Estuvimos hasta la tarde del día siguiente en el apartamento del herman de Finn. Se portó muy amable conmigo a pesar de haberme conocido hace solo un día lo que me alegró, por otro lado no había sabido nada de Noah y Millie desde ayer lo que me inquietó.

—Ya debemos irnos —le informó Finn a su hermano tomando su maleta—. Gracias por dejar que nos quedáramos.

—No hay de que —aseguró Nick siguiendonos con la mirada hacia la puerta—. Tengan cuidado.

—Lo tendremos —aseguró Finn—. Adiós Nick.

—Adiós y gracias —me despedí y él asintió mirándome.

—Adiós chicos.

Salimos de su apartamento y tomamos el elevador para salir del conjunto.

Observé al rededor pensando en el a dónde iríamos ahora, si a su casa o a la mía.

—¿A dónde quieres ir? —lo miré mientras salíamos del elevador—. Tú decides esta vez.

Sonreí un poco y después tomé aire, no sabía si ir a mi casa sería buena idea por obvias razones o ir a la suya.

—La verdad es que creo que ya no estamos a salvo en ningún lugar —confesé—. A dónde sea que vayamos nos encuentran.

—Tienes un punto, pero dos siempre son mejor que uno —Me abrazó de lado sin dejar de caminar—. Entonces, ¿a dónde?

—Vamos a mi casa —Asintió—. ¿Tienes ropa suficiente?

—Sí —aseguró sonriendo un poco—. Además de que estoy seguro de que la tuya no me quedaría.

—Sin decirme enana —pedí y él soltó una risa.

—Yo nunca dije eso —defendió y yo voltee los ojos divertida para luego los dos seguir caminando.

...

Al llegar a mi casa entré despacio y observé al rededor para estar segura de que no había nadie en mi casa, me alivió considerablemente que fuera así.

Finn observó al rededor mientras caminaba y yo miré el florero roto en el suelo por lo que hice una mueca, a mis padres no les haría gracia eso.

—¿Le vas a avisar a tus padres que estás conmigo? —le pregunté mientras cerraba la puerta con llave.

—Sí —Asentí para luego dirigirme a las ventanas asegurándome de que las cortinas estuvieran cerradas.

Al llegar a la cocina cerré la puerta hacia el patio con seguro y me alegró qué este vidrio fuera blindado, cuando lo pusieron llamé exagerados a mis padres pero ahora se los agradecía inmensamente.

Tomé una escoba y un recogedor para alzar los trozos del florero y tirarlo a la basura.

—Dijeron que no tenían problema —informó y asentí—. ¿No crees que si llegan a querer entrar lo van a romper?

—Es vidrio blindado —tranquilicé observando al lavabo para ver si el cuchillo seguía allí y así era.

Nos quedamos todo el día en mi casa, pedimos comida para no salir y también nos entretuvimos mirando televisión.