La cabaña Cap 9

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Las chicas la vieron cambiar su cara de angustia, Avy era rara, unas veces estaba bien y otras podia estar muy mal. Decidieron ignorar ese extraño comportamiento y siguieron acomodando su ropa en las maletas.Al terminar, llamaron a Máximo quien las recogio, él ya venia con los chicos en el carro.El camino no fue demasiado largo, duraban solo dos horas desde la ciudad a la cabaña donde se hospedarían.Los chicos habían planeado pasar todo el fin de semana allá, así que llevaron cerveza de barril, vino, y la comida suficiente para preparar mientras estaban allí.

Al llegar las chicas se sorprendieron, era realmente hermosa la cabaña y tenía una vista genial.Los espacios eran amplios y luminosos.Tenia una gran chimenea de piedra, con un pequeño porch y una sala de estar muy acogedora. La cocina era tan amplia que podían estar cinco personas en la misma, el pasillo dirigía a cada uno de los dormitorios, los cuales eran cinco, cada uno con baño incluido. La cabaña contaba con una enorme piscina, un jacuzzi al lado de la misma y una vista hacia el frondoso bosque.

—¿Les gusta? — pregunó Máximo a la expectativa.

Todos asintieron, decir que no seria una gran mentira, la cabaña era realmente perfecta.

—¿Cuántas habitaciones tiene? —preguntó Frederick observando el lugar.

—Tiene cinco—respondió de inmediato. — Acomódense como quieran.

—Yo quiero una del segundo piso—dijo Amy triunfante.

—Yo la otra—dijo Royer sonriendo.

—Yo dormiré con Avy— dijo Máximo con una sonrisa maliciosa.

—Ni en tus mejores sueños, yo duermo aparte—dijo Avy sacándole la lengua.

—Esta bien—puso cara de aburrido al escuchar a Avy decir esto.

—Nosotros podemos dormir en una ¿Verdad Any? —preguntó Frederick un poco nervioso.

Any asintió también un poco nerviosa, mientras sentía las miradas acusadoras de sus hermanas.

Los chicos decidieron ser los dueños de la cocina y consentirlas, cada una acomodo las cosas en las habitaciones y esperaron que las risas en la cocina no fueran señas de que la comida estaría un poco embolatada. Salieron a sentarse en la orilla de la piscina, sumergieron los pies e iniciaron la conversación que Any no quería tener.

—¿En serio vas a dormir con él? — pregunto Amy mirando el agua cristalina de las piscina.

—Sí— dijo un poco apenada.

—Si no quieres, sabes que puedes compartir habitación conmigo—dijo Amy tocando una de sus mejillas.

Antes de que Any respondiera, Avy interrumpió.

—Claro que quiere hacerlo con él—se burló Avy empujando a su hermana hasta hacerla caer a la piscina.

—¡Hacerlo! —grito Any ruborizada después de salir empapada de esta.

Todas se soltaron a reir, los chicos venían con una deliciosa cena; patatas al horno la especialidad de la casa, ellas estaban admirando el platillo y perdiendose en el olor que emanaba de el.

—¿De qué nos reimos? —pregunto Maximo curioso.

—Cosas de chicas—respondio Any inmediatamente.

—Es cierto—dijo Avy—A comer.

El resto de la noche estuvieron entre risas, contando lo bueno que había sido concoerse, lo maravilloso que la estaban pasando. Al momento de dormir, cada uno se fue a su habitación, las chicas volvierno a decirle a Any que si quería cambiar de idea y dormir con ellas no seria ningún problema, pero ella se negó. Queria estar cerca de Frederick, quería pasar tiempo cerca de él.

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