Capítulo 11

2.8K 231 62
                                    

3 de febrero, 2018
Córdoba, Argentina

"—Entonces... ¿no te saludó por tu cumpleaños? —preguntó Carla, la psicóloga de Dalia a través de la pantalla de la notebook.

La chica pensó que tal vez en las vacaciones podía cortar con las sesiones que tenía cada dos semanas, pero necesitaba sacarse de adentro los sentimientos acumulados por la ausencia cada vez mas ruidosa de su padre, quien por primera vez se había olvidado de saludarla por su cumpleaños.

—Es una estupidez —dijo Dalia, desestimándose. Decirlo en voz alta a veces le hacía pensar que todo lo que tenía dentro era producto de la exageración.

—No lo es, Dali. Es la primera vez.

—Es que era algo que siempre se acordaba y pensé... pensé que por lo menos eso se iba a mantener. Debería alejarme de él, no me hace bien —dijo con determinación.

—¿Sentís que estarías más tranquila si cortas los lazos con tu papá?

—Siento que me ahorraría sobrepensar qué mierda hice mal —se sinceró. —O sea, me acuerdo que una vez él me dijo que no está bueno pensar demasiado, que a veces las cosas son más simples y yo misma me enredo.

—¿Alguna vez te dio algún otro consejo de ese estilo?

—Solo eso, que debería encontrar una forma de controlar todas esas... emociones, porque sino me controlarían a mí. Me contó que le pasaba lo mismo pero que había aprendido a ser más tranquilo. Igual esto fue hace unos años.

—¿Hace cuánto?

—No sé, creo que tenía como quince años —respondió Dalia encogiéndose de hombros. —Para mí que lo dijo más que nada porque a esa edad era un poco más... expresiva de alguna manera. Supongo que era mi etapa de adolescente caótica —dijo con una risa algo irónica.

—Tu mamá nunca te dijo algo similar, según lo que me contaste sesiones anteriores.

—Na', mi vieja es más parecida a mí, por eso. O mejor dicho, yo me parezco a ella.

—¿Ella sabe de la relación con tu papá?

—Sabe que lo veo de vez en cuando y que hablamos un par de veces, pero evito contarle estas cosas. No quiero que se preocupe y tenga que volver a discutir con Marcos después de tantos años.

Cuando se cumplió la hora la llamada terminó y Dalia se acostó en la cama para tratar de despejarse un poco y organizar sus pensamientos. Ese día no había sido tan movido en la cafetería, así que por eso había aprovechado para hablar con Carla después del trabajo.

El celular en la mesita de luz se encendió y vio que era un mensaje de Cristian. "Si tenés ganas podemos ir al cine en una hora, querés? Yo elijo la película, obviamente". Dalia rodó los ojos pero le contestó que sí y se levantó para alistarse.

Mientras lo hacía se preguntó si estaba bien lo que estaba empezando a sentir, tal vez era demasiado pronto, tal vez se estaba dejando llevar más de lo que debería. Nunca le había pasado algo como eso, donde cada palabra que decía luego se preguntaba en privado si no había sido mucho, ¿estaba bien? ¿dije mucho hoy? ¿estaré exagerando?".

Hits Different | Cuti RomeroWhere stories live. Discover now