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Axel

Miro a Melody quien aún dormía, está casi completamente encima del cuerpo de Alen, la mitad de su cuerpo está arriba de él. Tiene su trasero a mi dirección, la manta no la cubría por completo, solo sus pies. Puedo ver las marcas que le dejamos en su piel, estas están de un color morado y no son tan grandes.

Llevo mi mano a su trasero acariciándolo un poco, beso su hombro. Me dispongo a salir de la cama para ir a hacer mis necesidades y salir a la cocina a ver que podía hacer para cocinar. Mi hermano y yo no somos buenos para cosas del hogar, por eso contratamos personas para que se encarguen de todas estas cosas.

Solo preparó algo de cereal para todos, a Melody le encanta desayunar esta cosa y nosotros nos hemos acostumbrado a comerlo junto a ella. Dejó todo en una bandeja para así llevarla a nuestra habitación. Al entrar me encuentro a Alen acomodando el cuerpo de nuestra Baby encima de varias almohadas, debe de estar cansada y adolorida en recibir dos penetraciones al mismo tiempo acabando de una vez por toda su preciada virginidad.

—Buenos días, princesa— Me acerco dejando la bandeja en la cama.

—Buenos días, Daddy— Besa mi mejilla al tenerme cerca de ella.

—¿Estas muy adolorida?— Le preguntó acercándole su desayuno.

—Umm creo que no podre caminar por el resto del día— Sus mejillas se colocan rojas de la vergüenza que seguro tiene.

—Puedes quedarte en cama si así lo deseas— Le dice Alen —Y para que no te levantes pediremos la comida a domicilio—

Melody solo asiente con la cabeza para así comenzar a comer su cereal. Nosotros hacemos lo mismo, solo mirándola mientras comemos. Ella se veía algo avergonzada, no nos miraba a los ojos y lo entiendo, su primera vez fue con dos hombres que antes éramos sus jefes y ahora somos sus Daddys.

—¿Cariño?— Ella me mira rápidamente por mi llamado —¿Sucede algo?—

—Estoy bien, Daddy— Me mira con una sonrisa —Solo... Me siento rara, diferente y algo avergonzada. Hay sangre en la cama por mi culpa y sé que no les gustan la suciedad—

—Hey, cariño mírame— Alen la agarra por la barbilla para que lo mire —Esto es algo normal, las sabanas se pueden cambiar y lavar. No tienes por qué tener vergüenza, estamos felices de que pasara lo de anoche—

—Daddy— Se acerca a él y lo abraza.

Sonrió al verlos, Melody es todo lo que hemos pedido. Estas dos semanas que hemos estado con ella ha sido las mejores, es atenta, muy ordenada, tranquila y sonriente. Siempre estamos deseosos de regresar a casa y mirar su hermosa sonrisa, escuchar su voz diciendo "Bienvenidos, Daddys" "¿Cómo les fue hoy?" aquellas simples palabras hacen nuestro día aún más especial.

Ayer fue la primera vez que ella utilizó nuestro dinero, y lo hizo solo porque Cindy la obligo a ir con ellas de compras. Obviamente no íbamos a dejar que Melody fuera sin que comprara al menos una cosa, le dimos su tarjeta de crédito para sus gastos. Nos sorprendimos ver que no gasto ni la cuarta parte que pensábamos, solo compro pocas cosas, pero sé que son cosas que ella necesita. Nuestras anteriores Babys gastaban en exceso, compraban cualquier cosa que vieran sin saber si algún día lo necesitarán o no. Melody es diferente, se lo mucho que ha pasado y lo poco que ha tenido, no es una aprovechada, solo hizo esto para tener algo de paz en su vida. Pero Alen y yo deseamos que tenga todo lo que desee y aunque ella no lo permita, nosotros lo haremos.

Alen agarra las cosas para llevarla a la cocina, yo me quedo con Melody para darle una pastilla para sus dolores. Alguien toca la puerta y veo como Jessica entra, levanto una ceja al verla entrar sin ningún permiso.

—¿Se puede saber quién te dio el permiso de entrar?— Cruzó mis brazos mirándola.

—El señor Alen me dijo sobre cambiar las sabanas— Baja la mirada mostrando una sumisión patética.

—Que sea la primera y última vez que entras a nuestra habitación o cualquiera sin nuestro permiso—

—Sí señor, discúlpeme por mi error—

Niego con la cabeza, cargo a Melody aun desnuda —Cambia las sabanas y colocas nuevas— Ordeno.

Ella hace rápidamente su trabajo sin darnos una mirada, quita y coloca nuevas sábanas en la cama. Sale rápidamente dejándonos solos, dejó a Melody en la cama, ella trata de tapar sus senos con sus brazos y desvía la mirada apenada.

—Vamos a ducharnos, hermosa— Alejo sus brazos y veo todo su cuerpo desnudo ante mi —Alen seguro nos alcanzara en un momento—

—Sí, Daddy— Levanta sus brazos para poder cargarla, lo hago y camino al baño.

Preparo la tina, la dejo a ella adentro para así poder quitarme mi pantalón chándal y bóxer. Entro quedando Melody entre mis piernas, con su cabeza apoyada a mi pecho y sus manos en mi cuello. Si algo es que me encanta, es que ella coloque sus pequeñas y suaves manos en mi cuello.

Mojo su espalda —Melody—

—Sí, Daddy—

—¿Estas a gusto con nosotros?—

Ella levanta su cabeza para mirarme —Si, me gusta mucho estar aquí con ustedes—

Paso mi mano por su espalda —¿Y eres feliz?—

—Lo soy, en el tiempo que llevó aquí he sido muy feliz. Tan feliz como lo era antes cuando mi padre estaba conmigo—

—¿Cómo estabas tú en ese tiempo?—

Se queda en silencio unos segundos —Aunque no tenía mucho, tuve lo necesario. Tuve amor de mi padre, su protección y cariño, él era todo para mí. Su muerte dejo un gran vacío en mi pecho, nada ni nadie podrá llenarlo porque después de todo mi padre era quien vivía y se esforzaba por darme todo y sacarme adelante—

La abrazo fuerte al sentir sus lágrimas caer por mi pecho —Él te crio de una manera muy maravillosa. Ojalá te fuéramos conocidos mucho antes de que pasará todo eso, antes de que tu mundo se derrumbara y estuvieras sola—

—Pero... Ya no estoy sola, los tengo a ustedes, mis amigas y a los demás Daddys. Ustedes han sido y serán muy especiales para mí—

Beso su frente, quiero transmitirle lo mucho que la querré y la protegeré, también hacerle saber que no solo yo me desviviré por ella, sino que Alen también lo hará para solo verla con una sonrisa en su rostro.

Mis Dos DaddysWhere stories live. Discover now