Mis Dos Daddys

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Melody

Sam y yo estamos viendo algunos vestidos para la fiesta de Cindy, hemos visto variedad de prendas de lujosas de marcas. Samantha es muy sofisticada en la ropa, sabe mucho sobre la moda y el estilo, algo que ella y Cindy se llevan muy bien. Ambas pueden hablar, hablar y hablar por horas sobre marcas, joyas y maquillajes. No soy muy buena en estas cosas, lo poco que se es porque a mi amiga le gusta enseñarme y hablarme sobre esto, así como yo le enseño cosas sobre los alimentos y cocinar, pero nunca ha llegado a ser un gusto para mi ver cosas de maquillaje o revistas de ropas.

—¿Y qué te pondrás?— Miro a Samantha que esta recostada en el cuerpo de su Daddy.

—No lo sé, aún tengo muchos vestidos sin estrenar—

—Claro que no, deberías de comprar uno nuevo para la ocasión ¿Verdad, Daddy?— Mira a Dorian.

El solo le sonríe —Melody no piensa igual que tú, tienes tantos vestidos que no te has puesto todos—

Sam hace un gesto de ofendida —Me gusta mucho la ropa, esos vestidos que aún no me he puesto no son aptos para esta ocasión—

—Tengo que dejar de llevarte a mis reuniones, cariño— Besa su cabeza.

Río un poco y miro a mis Daddys, Papi me veía con una sonrisa y luego veo a mi Daddy me mira por unos segundos por el retrovisor y le tiro un beso haciendo que sonría. Por fin tuve el valor de diferenciarlo, sé que desde hace tiempo tenía que hacerlo, pero hoy me sentí más preparada que anteriores días. Llamar Papi a Axel y Daddy a Alen es muy significativo, así cuando quiera llamar a uno de ellos puedo decir su apodo sin tener problemas y saber que ya tiene mi confianza por completo.

—¿Daddy ya llegaremos?— Hago puchero.

—Aún falta un poco ¿Por qué no duermen un rato, lindas princesas?—

—Que buena idea, vamos amor hora de una siesta— Dorian acomoda a Samantha y consigue agarrar su peluche para dárselo.

—No quiero dormir— Me sorprende a mí misma mi tono tan berrinchudo.

—¿Por qué no, cariño?— Axel voltea un poco para mirarme.

—Porque yo no tengo a mi Papi o a mi Daddy junto a mí para poder dormir— Cruzo mis brazos.

Mi Papi muerde su labio inferior antes de sonreír —Tu primera rabieta, esta vez te complaceremos— Regresa a su posición normal —Alen, hermano detén el auto—

El mira extraño a su gemelo pero obedece —¿Qué sucede, Axel?—

—Ve atrás con ella y yo me encargo de manejar lo que queda del camino— Ambos salen del auto yendo a sus respectivos lugares.

Daddy me lleva a los últimos asientos, me acomoda en su cuerpo y acerca mi gigante Stitch para poder abrazarlo. Mi Daddy me acaricia el cabello, deja besos en mi cabeza y mejilla para poder dormirme. Me acurruco en sus brazos quedándome inmediatamente dormida, los brazos de mi Alen son grandes y su cuerpo es muy cálido.

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No sé cuánto tiempo paso, solo sé que un sol extremadamente fuerte y caliente golpeo mi cara haciendo que me ocultara en el pecho de uno de mis Daddys. No tengo ganas ni fuerzas para despertarme, el viaje ha sido muy largo e incómodo por no tener a uno de los gemelos conmigo. Pude dormir y relajarme cuando mi Daddy se acomodó conmigo en los asientos de atrás, pero creo que no dormí lo suficiente porque el sueño esta apoderado de mi cuerpo.