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Melody

El día de hoy ha sido muy aburrido, las clases son normales y los profesores no están tan estrictos como otros días. Ya mis clases terminaron por hoy así que me dirijo a mi casillero para guardar algunas cosas en él. Al llegar veo como justo al lado de mi casillero esta Stefani, una rubia hermosa y la chica más popular de toda la universidad.

—Vaya, pero si es la chica que salió de la pobreza— Dice burlándose de mí, ella junto a otras dos chicas se ríen.

Ignorándolas abro mi casillero para guardar todo. Sonrió al ver una foto pegada a la puerta, salen mis amigos y yo en la fiesta de Cindy. También tengo algunas con Samantha y Jonathan. No tengo de mis Daddys porque nadie debe saber qué clase de relación tengo con dos hombres que me llevan diez años de diferencia.

—Te estoy hablando cerebrito— Stefani me tira bruscamente del brazo —Ahora como tienes cosas de marcas te quieres creer la más importante del lugar. Dime ¿A quién le estas robando el dinero?—

—Déjame en paz rubia oxigenada— Sonrió al ver su rostro de cabreo —No tengo porque darte explicaciones así que ve a molestar al alguien más—

Empuja mi hombro y ríe con sarcasmo —No puedo creerlo ¿No te das cuenta que ahora todos se quieren acercar a ti por las cosas que tienes? Eres una estúpida, tener cosas de marca no hará que la gente te amé—

—No me interesa los demás y menos tú, si tanto te da envidia de que yo tenga mejores cosas que tu entonces ve a llorarle a tus papis que te den más dinero—

—Eres una...— Ella levanta su mano para darme una bofetada, pero alguien la detiene antes de que yo pudiera hacerlo.

—Detente, Stefani, es suficiente— Habla Kevin, capital del esquipo de basquetbol y el chico más guapo de la universidad —Es mejor que se vayan, ahora—

Ellas solo me miran con molestia para pasar a mi lado marchándose. Regreso a mi casillero, lo cierro y coloco mi mochila para salir.

—Oye— Kevin sujeta mi brazo evitando que me vaya —Lo lamento, a veces Stefani suele a buscar problemas—

Lo miro de reojo —No te preocupes, así que por favor suéltame— Quito su agarre me doy la vuelta, pero el rápidamente se coloca frente de mí.

—Espera, déjame invitarte un helado o lo que quieras para completar mi disculpas—

Levanto una ceja —Tu no debes disculparte, es ella quien debe hacerlo— Trato de rodearlo, pero él se vuelve a cruzar en mi camino.

Suspiro pesadamente, mi chofer debe estar esperándome para poder ir con mis Daddys y yo aquí perdiendo tiempo con este chico.

—Entonces tómalo como una invitación, por favor ¿Aceptas?— Me da una sonrisa coqueta.

Si, el chico es guapo y tal vez ya sé por qué las demás chicas babean por él, pero nadie les puede ganar a mis Daddys. Además, él nunca me hablo, tampoco me miraba y mucho menos se daba de cuenta que yo estaba a su alrededor. Mis Daddys me vieron cuando yo era invisible y esa es una de las razones por la cual los apreció.

—No quiero ir contigo a ninguna parte, así que por favor déjame en paz— Veo como se congela en su lugar, de seguro es la primera vez que alguien lo rechaza, pero me da igual.

Al salir veo como uno de mis Daddys está afuera de su auto recargado en él, con unas lentes de sol oscuras y su importante vestimenta. Desde lejos puedo ver que es mi Daddy Alen, lo reconozco por su porte y como disfruta que las personas lo miren.

Corro hacia el con felicidad, no sabía que él iba a recogerme. El al verme abre sus brazos y yo me lanzo encima de él siendo atrapada al momento. Ambos reímos sin decir una sola palabra, nos extrañamos mucho cuando no estamos juntos, pero sé que estar separados nos ayudara a anhelarnos mucho más.

Mis Dos DaddysWhere stories live. Discover now