mastermind ⟡ ethan landry

O14

Poco a poco logré abrir mis ojos, despertando en un tipo de habitación, acostada en una cama. Rápidamente intente pararme pero el dolor de mis heridas, las cuales estaban vendadas, me lo impidieron.

Cuando volví a intentar, pude ver una sombra dirigirse hacia dónde estaba.

Era Ethan.

Rápidamente se acercó a mí, ayudando a recostarme de nuevo en la cama y mirándome con una sonrisa.

—¿Te encuentras bien? —. Preguntó, lucia preocupado.

—Genial —. Dije levantando mi pulgar. —¿Dónde estamos?.

—Aquí es dónde vendríamos mi papá, quinn y yo, si alguno de los chicos quedaba vivo y nos delataban. Estamos lejos de todo, aquí no nos encontrarán, o al menos eso creo.

—No nos podemos quedar aquí por siempre, Ethan. Necesito ver a mi madre, mi hermano —. Dije mirándolo a los ojos.

—¡¿Crees que no lo se, Nea?! A menos que quieras ir a la cárcel o a un loquero debemos quedarnos aquí. Por lo menos hasta que se deje de hablar de ghostface y los que estaban detrás de la máscara.

—¿Sabes algo de la Tara y Sam? —. Pregunté acomodándome en la cama.

—Al parecer ambas están vivas y mi padre muerto, al igual que Quinn, pero eso ya lo sabias. Y solo dijeron que Quinn y Bailey eran ghostface, ni siquiera nos nombraron a nosotros.

—¿Es una buena noticia? O no?.

—Supongo que si. Aunque quizás más adelante nos delaten a ambos —. Dijo levantándose de la cama y yendo hacia la puerta.

—Espera...—. Dije parándome, dejando soltar uno que otro quejido y acercándome a él.— Quizás los chicos no dirán nada y puedamos volver a nuestra vida normal.

—Podría ser una opción, pero no por ahora.

—Bien, como digas —. Dije rodando los ojos.

Ambos salimos de la habitación para llegar a un living, el cuál tenía un ventanal gigante, lo único que se veía era campo.

—Wow, no mentias con el nadie nos va a encontrar.

—¿Cuando miento? —. Dijo parándose a mi lado.

—Cuando no, es la pregunta —. Lo miré apretando mis labios y riéndome levemente.

—Nea, sabes que estoy loco por ti, verdad? —. Dijo rodeando mi cintura con sus brazos, poniéndome en frente de él y juntando nuestros labios.

—Como no saberlo —. Dije en medio del beso, a lo que él sonrió y volvió a besarme.

Ambos nos alejamos de nuestros labios para buscar oxígeno. —Te amo, nea.

—Yo igual, E.

Ya había pasado un mes desde lo que pasó.

Ethan y yo volvimos a New York, para nuestra suerte los chicos no nos delataron a nosotros, por lo cuál quedó como si los asesinos fueron solamente el detective Bailey y Quinn.

No había vuelto a ver a ninguno de ellos, tampoco había ido a la zona en la que ellos viven o solían vivir, ya no voy a la misma universidad que antes. No sé nada de ellos, no sé si siguen en New York o quizás se mudaron de ahí.

Ethan y yo decidimos tomar terapia y dejar en el pasado nuestra era como asesinos.

—Señorita Altieri —. Dijo el director de la universidad entrando al salón y haciendo que todas las miradas se dirigian a mi —. La están buscando afuera.

Rápidamente me gire a ver a Ethan, el cuál estaba sentando a unos dos bancos atrás de mi, él simplemente fruncio el ceño mientras miraba al director y me hizo una pequeña ceña de que vaya.

Yo me levante de mi banco y salí de ahí, para dirigirme hacia dirección, dónde según el director estaban esperándome.

Al abrir la puerta pude ver a dos personas, una rubia y la otra pelinerga, rápidamente supe de quien se trataba, cerré la puerta, a lo que ambas me miraron.

—Con que ahora te apellidas Altieri —. Dijo Kirby, girando a mirarme.

—¿Que quieren? —. Pregunté mirando ambas.

—Yo de la persona que me disparo tres veces en la pierna, nada. Tara me obligó a traerla para verte.

—¿Que quieres, Tara? —. Pregunté mientras la miraba a la chica, la cuál tenía los ojos llenos de lágrimas.

—Solo quería hacer esto —. Dijo acercándose a mí y abrazándome, cosa que no me esperaba.

Mire a Kirby, la cuál nos miraba a ambas, para luego yo abrazar a la chica.

—Para tú información, fue Tara las que nos obligó a no mandar cargos en tu contra ni en la de Ethan —. Dijo Kirby.

Di un largo suspiro para luego ver a Tara —. Lo siento, Tara —. Dije apunto de llorar

—Está bien, nea. No volveremos a ser amigas, no después de lo que me hiciste a mi hermana, amigos y a mi. Pero quiero que sepas que aunque hiciste todo lo que hiciste, siempre te amaré, neita —. Dijo con una sonrisa.

—Yo igual, tarita.

Perdón, no podía dejar el fanfic y que Tara odie a Atenea 😿.

Bueno, quizás este sea el último cap de este hermoso fanfic, así que les quiero agradecer a todos por el apoyo que les dieron, voy a extrañar escribir acá.

Gracias a todas esas personitas que están desde el primer día y a las que no, a todas esas personas que llenaban de mensajitos lindos los comentarios, literalmente me la re sube eso.

Gracias, gracias, gracias.