Prólogo

32 8 0
                                    

Desde niña siempre sentí desinterés hacia las personas,

Retrocedamos unos años atrás para que sepan porque era de esta manera...

Cumpliendo los 6 años mi casa paso de ser la familia perfecta a volverse un campo de guerra, a los 13 años mi papa me llevo a un psicólogo ya que tuve dos meses enteros sin dirigirle la palabra y el motivo era que no me interesaba hacerlo, me diagnosticaron antisocial, ¿y lo era? la respuesta es sí, esa palabra me describía completamente. Todos decían que era culpa de las peleas entre mis padres, pero yo no creía eso, siempre sentí desinterés hacia cualquier persona.

Cuando mi mama tuvo a mi hermana menor la empresa donde trabajaba mi padre quebró y se quedo sin empleo, mi madre no quería seguir con el ya que no podía pagarle todos sus caprichos, siendo ella aun muy joven decidió irse con mi hermana pequeña y abandonarnos a mi padre y a mí. Le rogué una y otra vez que no se fuera que se quedara o me llevara con ella, pero se negó solo por el hecho de que me parecía mucho a mi padre y que no quería nada que le recordara a él. Los primeros días mi padre se encerró en su habitación, cada noche escuchaba como lloraba como gritaba y se lamentaba, luego comenzó a salir, cada noche llegaba borracho con una mujer distinta y así gasto el poco dinero ahorrado que tenía.

Un día todo se salió de control porque mi padre trajo a casa uno de los que se hacían llamar sus amigos, un idiota peor que el mismo, ahora vivía con dos borrachos que no hacían mas que maltratarme cada vez que podían. Le hable a mi madre por celular para contarle todo lo que estaba sucediendo, pero ella no hizo nada por defenderme.

El día que el idiota amigo de mi padre quiso que me acostara con él toque fondo y antes de que alguien llegara a ponerme una mano encima decidí escaparme, y lo hice. No tuve tiempo de llevarme nada así que solo pude escapar con lo que llevaba puesto.

Camine sola durante dos días, no me había alimentado ni había dormido bien. Apenas podía descansar de vez en cuando en las bancas que quedaban en el parque, pasaba el frío sentada sola conmigo misma al igual las noches. Nadie se atrevía a ayudarme incluso las únicas personas que llegaban a mirarme lo hacían con asco y desprecio, hasta que encontré un aviso de trabajo, buscaban a una mesera y fue así como comencé a trabajar con solo 14 años, tuve que insistirle bastante al dueño ya que era menor de edad, pero el termino aceptándome con la condición de que solo trabajara dentro, no quería un escándalo por tener a una menor trabajando. No era la gran cosa lo que ganaba, pero al menos tenía para comer y comprarme algunas cosas, me dejo pasar las noches en el restaurante hasta que pude ahorrar un poco de dinero, renté un cuarto donde viví por un largo periodo de tiempo hasta que el dinero me alcanzó para alquilar un departamento compartido.

No quería recordar nada de mi pasado ni de las personas que me dieron la vida, así que cambie mi nombre.

Tome la decisión de ser Keit, tendría otra vida y seria otra persona.

Después de cinco años por fin tenía una vida normal, bueno no tan normal, seguía siendo antisocial, no salía de mi casa al menos que fuera necesario, como ir al trabajo o ir al supermercado a hacer las compras.

Pero mi vida comenzó a cambiar por completo cuando los conocí.

La decisión de keitWhere stories live. Discover now