La decisión de keit

capitulo 19

No podía dormir pensando en aquella pequeña, ¿seguiría durmiendo? o despertaría asustada, Enma no sabía cuidar de si misma y por esa razón me preocupaba, solo podía dar vueltas en la cama pensando en accidentes que podrían ocurrir  con Enma a cargo de la niña ¿, y mi cabeza comenzaba a dolerme.

 Veo un rayito de sol asomarse por la ventana entonces tomo mi celular para mirar la hora, 6:00 de la mañana, voy al baño a lavar mis dientes y a lanzarme agua en la cara, mis ojeras eran muy notables y mi cabello un desastre, no tuve remedio mas que tomar una coleta y recogérmelo, rara vez hacia esto ya que como me gustaba llevar el cabello corto apenas y podía recogerlo, salgo de la habitación y bajo a la cocina en busca de una pastilla para el dolor de cabeza, la consigo entre los cajones y me la meto a la boca para tomarla acompañada de un baso de jugo, aprovecho para prepararle un desayuno rápido a Adam, ¿La niña ya se abría levantado? ¿Enma le abría comprado comida?, me preguntaba lo mismo una y otra vez, solo hasta que deje de atormentarme y decidí llamar a Enma, me dijo que seguía dormida y que había mandado a Castiel a comprar un desayuno decente para la pequeña.

_¿que es ese olor?, dice Axel a mitad de las escaleras olfateando el aire, se acerca con la intensión de meter la mano en el plato pero no sé lo  permito y le doy una pequeña palmada en la manos, _por que la agresividad solo quería probar y asegurarme de que esté bien me dice con una sonrisa inocente

_sabes que es la comida de tu hermano

_por que solo le cocinas a el? me dice arrugando las cejas y mordiendo su labio inferior

_por que ustedes tienen sus propias cocineras, lo señaló con el tenedor

_el también la tiene

_lo se, pero prefiero encargarme personalmente de su alimentación

Me doy la vuelta para echar el jugo de manzana en un baso y entonces Axel me da dos pequeños toques en el hombro con su dedo índice, _¿que quieres? le pregunto sin darme la vuelta

_no te sobró ni un poco? esos wafles se ven realmente deliciosos.

_esta bien te serviré un plato, pero solo si vas a despertar a Adam para que venga a desayunar

Lo veo correr deprisa escaleras arriba y no pude evitar la risa que escapó de mis labios, sirvo el desayuno y después de que los chicos se sentarán a desayunar subo al cuarto de Adam para dejar todo listo para la terapia, al rato llega y se sienta en la esquina de la cama, enciendo la maquina que comienza a expulsar oxigeno directamente a la máscara que se coloca Adam, lo veo recostarse y cerrar los ojos, se veía tan tranquilo, tan sereno, así era como me gustaría verlo siempre, su respiración era normal, no podía dejar de mirarlo aunque quisiera, su piel pálida y su cabello desordenado llamaban mi atención, me acerque y me senté justo a su lado, donde podía apreciar mas sus facciones, no lo había notado, Adam tenia una que otras pequitas en su rostro, lo veo abrir los ojos lentamente hasta quedarse atrapados con los míos, al principio me avergoncé por que me avía atrapado mirándolo pero eso no hizo que apartara la mirada, tenía ganas de enredar mis manos en su cabello desordenado y de acariciar su rostro, pero claramente no iba a hacer eso, Adam aparto la mirada pero solo para quedarse viendo fijo a mis labios. _Keit tu teléfono no ah dejado de sonar, dice Isadora entrando a la habitación, Adam aparta la mirada y yo me aclaro la garganta para luego recibir el celular, lo había dejado en la cocina y tenía llamadas perdidas y mensajes de Enma diciendo que la niña ya avía despertado. La máquina se apaga automáticamente y yo le ayudo a Adam a quitar su máscara, le digo que debo atender un asunto y que regresaré antes de la siguiente terapia.

Salgo de la casa en la misma camioneta con la que llegue, paso por una tienda para comprarle un conjunto a la niña ya que una camiseta de Enma no era suficiente, me estaciono en el frente del edificio y subo a mi piso, al abrir la puerta la niña corre y me abraza las piernas con fuerza, _regresaste, con paciencia y dulzura la aparto de mis piernas, de inmediato noto que sus pequeños ojitos estaban rojos, ¿acaso estuvo llorando?