XIII

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tannie's dad : 13

el gran día había llegado.

y con él, la ansiedad, emoción y desesperación por parte de ambos.

jungkook estaba arreglando su cabello mientras veía a seokyung hacer lo mismo.

—seokyung, ¿me veo bien?—. preguntó dejando que su mayor le viera por completo en aquel traje blanco.

—te ves perfecto—. comentó quedando unos segundos con los ojos sobre su pequeño jeon, había crecido demasiado —recuerdo cuando te disfrazaste de la vaca lola en halloween y me preguntaste lo mismo—.

jungkook sintió sus orejas arder suavemente mientras soltaba una pequeña risa, se acercó a seokyung para abrazarle sonriendo cuando escuchó al adulto sollozar.

era algo sensible.

—estás tan grande—. susurró separándose para limpiar sus mejillas de las lágrimas traicioneras —no lloraré o tu padre me regañará por ser un llorón—.

el azabache carcajeo —por cierto, ¿cuándo se casarán ustedes dos?—. preguntó.

el adulto enrojecio mirando hacia otro lado sintiéndose avergonzado.

—sabes como es tu padre, me dirá: estás loco, seokyung no seas bobo—. habló imitando la voz de su pareja —y ambos sabemos que es por la edad—.

jungkook asintió no sintiéndose conforme con la actitud de uno de sus padres, pero nada podía hacer él.

—ya debemos ir, tu madre me avisa que taehyung está que se orina en los pantalones de tantos nervios—. comentó luego de revisar su teléfono cuando este vibró.

jungkook soltó una pequeña risita asintiendo, hace un día no había visto a taehyung y para él fue un martirio no poder calmar su ansiedad con aquellos besitos que su prometido le daba.

—bien—. soltó un suspiro largo para sacar todos los nervios antes de dirigirse a la sala donde una gran cortina les separaba del resto.

tomó el brazo de seokyung quien iba a llevarle junto a su pareja mientras taehyung esperaba en el altar junto a su madre.

la ya conocida melodía llegó a sus oídos haciéndole sonreír de nervios, su padre era el que tocaba el piano en ese momento.

eso lo hacía mucho más especial.

la gran cortina se abrió y pudo divisar así a su prometido quien al verle tapó su boca mientras sus ojos se cristalizaban.

el castaño pudo jurar que en aquel momento donde el hombre que ama se dirige al altar fue suficiente para volver a caer enamorado por él.

jungkook se veía como un bonito ángel, su cabello era algo largo y el traje blanco se le veía precioso junto a su lechosa piel, sus labios rojitos y mejillas rosáceas.

al tenerle al frente sonrió en grande mientras secaba sus mejillas, le dio un suave apretón de manos a seokyung antes de que este se retirara junto a la madre del castaño.

—eres precioso—. murmuró taehyung acariciando ambas manos de su menor mientras le observaba a los ojos.

aquellos ojitos tan expresivos.

—tú eres incluso más bonito—. murmuró de igual manera, sus mejillas rojitas y una sonrisita tímida.

la ceremonia empezó con calma, tal como fue planeado, el lugar estaba al aire libre, decorado a la perfección, había sol pero el día no era caluroso.

era un día perfecto para aquella situación donde ambos hombres se entregaban al otro en cuerpo y alma, sin importar las circunstancias de la vida, ellos estarían juntos.

los minutos pasaron entre nombramientos de leyes y pequeñas indicaciones.

—pueden empezar a decir los votos—. comentó el juez allí presente dando un espacio para que los dos chicos hablaran.

la madre del azabache se acercó con los anillos para poder sostenerlos cerca de los chicos.

—yo, kim taehyung, decido juntar mi vida a la tuya siendo más que solamente tu marido, si no que como tu amigo, amante y confidente, prometo amarte y respetarte cada segundo del resto de nuestras vidas juntos y espero que si llegase a existir otras vidas, poder amarte en ellas tanto como te amo en esta—. habló taehyung aquellas palabras que estuvo preparando hace un tiempo.

tomó el anillo que habían elegido para colocarlo en el dedo anular de su menor, posteriormente depositó un corto beso allí.

—yo, jeon jungkook, me entrego a ti en este día para compartir mi vida contigo, ambos decidimos esto y nos llevó años de esfuerzo poder estar aquí, mi amor por ti solamente ha aumentado y estoy tan agradecido con bam por ser amigo de tannie—. taehyung soltó una pequeña risa ante lo último dándole una corta mirada a su mascota que era cuidada por yoongi.

jungkook imitó la acción de colocar el anillo en el dedo anular contrario donde dejó una pequeña caricia admirando sus manos.

su pecho se sintió feliz y pleno.

el juez colocó los papeles del matrimonio hacia ellos y les extendió un lápiz, ambos firmaron con una gran sonrisa en el rostro.

—por el poder que me confiere la ley, los declaro a ambos esposos hasta que la muerte los separe—. terminó por decir —o un divorcio, lo que llegue primero—.

taehyung carcajeo junto al azabache antes de envolver la cintura contraria de manera suave para besar sus labios con dulzura.

los aplausos y gritos llegaron a sus oídos, podían oír lo emocionados que estaban sus familiares, amigos y compañeros de trabajo.

—te amo—. murmuró el castaño al separarse de los labios de su esposo.

—te amo más, esposo mío—. susurró de vuelta antes de volver a juntar sus labios reclamando todos aquellos besos que pudieron darse en aquel día que no se vieron.

la celebración pasó entre risas, bailes y anécdotas, era un momento familiar y de felicidad.

y a pesar de que deseaban salir de lo normal, jungkook hizo un bonito ramo improvisado para lanzarlo junto a taehyung.

el ramo fue directo a yoongi pero el pelinegro lo golpeó antes de que cayera y aquello logró que seokyung lo tomara.

jungkook fue el más emocionado repitiendo que sus padres ahora deberían casarse sin excusas de por medio.

taehyung apoyó a toda costa a su esposo.

esposo.

era bonito llamarlo así.

— koocinnamon.

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