Capitulo 30

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ALESSANDRO.

Miré a mi cómplice ingresar a la cafetería donde la había citado meneando las caderas de un lado a otro de una forma exageradamente ridícula.

Llevaba una falda de tubo blanca cinco dedos por encima de la rodilla, una blusa de vestir con estampado de animal print horroroso, nunca había visto una mujer con tan horrible sentido por la moda.

– hola – dijo mientras sonreía como el guasón.

– toma asiento – dije sin expresión para así tomar un poco de mi café.

– ¿ cuándo iniciaremos ? – dijo mientras tomaba el menú – no puedo esperar a que Lee Darren Seung sea mio de una vez por todas.

– justamente por eso te llamé – tomé nuevamente de mi café entonces su mirada se dirigió a mi.

– no te estás arrepintiendo ¿verdad? – dijo elevando una ceja.

– De ninguna manera, por el contrario nuestro plan está por comenzar – dije y ensanchó la sonrisa, Dios mío si no borraba esta imagen de mi cabeza ahora seguramente tendría una pesadilla por la noche.

– ¡ Maravilloso! – apretó un botón de la mesa y de inmediato se acercó un mesero. – este, quiero este guapo – dijo señalando a un platillo del menú tratando de coquetear con él, cosa que no funcionó pues el chico se veía asustado e incómodo por la forma en que le sonreía.

El chico anotó en una tablet y me miró haciéndose más a mi lado manteniendo una distancia razonable con ella.

– U... Usted ¿desea algo?  – dijo mirándome.

– con mi café estoy bien, muchas gracias – dije mirando al pobre chico con una sonrisa amable quien solo asintió y se marchó. – si quieres a Darren, tienen que haber cambios – dije para así tomar un poco de mi café y mirarla.

– ¿ Qué cambios ?– dijo con curiosidad apoyando su rostro en una de sus manos.

– Muchos... Muchos cambios – dije dejando mi tasa en la mesa – iniciando y  especialmente por tu forma de vestir – la señalé con un dedo mientras hacía una mueca de disgusto.

– ¿ Qué hay con mi forma de vestir ? Es la moda – dijo un poco ofendida.

– de hace veinte años quizá – dije rodando los ojos para así levantarme - ¡que no te vean con esas fachas !- fui a caja directamente a pagar – voy a pagar – dije al llegar a la caja –  ¿le puede poner su pedido a mi acompañante para llevar ? – dije mientras sacaba mi tarjeta.

– claro – dijo el señor de la caja para así hacerle señas a uno de sus compañeros y mirar a la pantalla de la computadora - son 3500 wones – inserte la tarjeta para que cobrara. – puede retirarla – dijo después de un par de segundos para luego extenderme el ticket junto con el pedido de mi cómplice.

– gracias – dije tomándolo para así darme la vuelta y mirarla - vámonos

– ¿ ahora ?– dijo como niña pequeña haciendo puchero.

– puedes quedarte ahí sola si así lo deseas, pero olvídate de el trato - dije mientras caminaba a la puerta para así abrirla y salir.

– ¡ Espérame, si voy ! - escuché el sonido de sus tacones a toda prisa detrás de mí mientras me dirigía a mi auto.

Una vez que llegué  quité la alarma y el seguro para así abrir y entrar, cerré y me acomodé entonces la puerta de copiloto se abrió dejando ver a mi cómplice.

– vámonos - cerró y se acomodó poniéndose el cinturón, sin decir nada más puse el auto en marcha.

***

Una  mamá para mí bebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora