1x20

284 40 13
                                    


CAPÍTULO VEINTE.
Nene Bien.

El enojo de los chicos con Cielo fue algo pasajero. La circense hizo un trato con Bartolomé consiguiendo que los hermanos pudieran seguir juntos en la fundación BB. Lo que los chicos le agradecieron, ajenos a lo que ella había tenido que aceptar para que Rama y Alelí no se separaran.

Malvina durante varios días atrás, cuando vio como Nico estaba dispuesto a jugársela por Cielo decidió hacerse la moribunda, se hacía pasar por enferma, por alguien cansada de la vida dispuesta a matarse. El arqueólogo y la circense que se sentían culpables decidieron alejarse, Nicolás volvió con Malvina y Cielo se decidió a olvidarlo para evitarle el sufrimiento a la doñita. Eso fue antes de que Cielo la oyera confesarle su plan a Bartolomé, solo estaba fingiendo.

Cielo estaba muy decidida, y enojada a la misma par, le contaría todo a Nicolás. Esa era la idea hasta que los padres adoptivos vinieron a por Alelí.

Bartolome acepto, por exigencias de su hermana, que la pequeña volviera junto a su hermano si Cielo mantenía silencio. Y con mucho dolor Cielo aceptó.

Los chicos habían sido invitados a la nueva fiesta de compromiso de Malvina y Nicolás.

Velma solo duro apenas unos segundos sentada en la silla viendo la farsa. Era demasiado obvio lo que estaba sucediendo, Nicolás no dejaba de darse la vuelta buscando a Cielo y su cara no parecía de alguien feliz por casarse si no más bien parecía que tuviera pinchos en los zapatos. Pero Malvina como siempre solo se hacía la bolida y buscaba la atención del hombre con el que se estaba comprometiendo, sonriendo como si nada pasara.

Cansada y sin querer formar parte de aquel show, se fue. Entro a la cocina donde se encontró con Cristóbal que observaba con atención el hogar a leña, como si quisiera descubrir algo.

Velma se acercó a él interesada en lo que el pequeño de los Bauer pudiera encontrar ahí.

— ¿alguna pista para ir a Eudamon? — preguntó y el rubio se dio vuelta sobresaltado.

— Velma — saluda con una gran sonrisa al verla — venís en el momento perfecto, te estaba buscando, quería hablar con vos.

— ¿y qué querías decirme?

— yo se que vos y yo no podemos ser novios... por la edad, ya me lo explicó mi papá, y me dijo que esperara hasta que me hiciera grande — dijo con total simpleza.

Los labios de Velma se curvaron dejando ver una sonrisa, cosa que siempre le causaba Cristóbal, se acomodo en su silla apartándose de la mesa y le hizo señales a Cristóbal para que se sentara en sus rodillas, el hijo del arqueólogo de un salto se sentó arriba de Velma.

— ¿te lo dijo tu papá? — preguntó con algo de vergüenza Velma.

— si, pero yo creo que vos y yo si podríamos estar juntos.

— yo no sería buena como novia.

— yo sería un novio increíble, si queres te puedo enseñar — entre carcajadas Velma peino el enredado cabello de Cristóbal.

— yo sería muy complicada para vos, te acabarías cansando — dice siendo consciente de su extraña forma de relacionarse, poco agradable, a veces.

— y bueno, si me gustará lo sencillo no querría ser arqueólogo — aseguró orgulloso.

— vos sos demasiado inteligente para ser un niño ¿no?

— si — afirma — por eso pensé que no habría problema para que nos pusiéramos de novios.

Velma Casi Angeles.Where stories live. Discover now