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CAPÍTULO SEIS.
Secretos.

Tacho hacia varias semanas en las que siempre aparecía golpeado, y cuando Velma le preguntaba le salía con excusas sobre los moretones y las desapariciones que hacía.

— me golpe con la puerta ya te dije — dijo por décima vez cuando Velma le preguntó por el golpe de su mejilla.

— si, sabes que no me dijiste, ¿qué era idiota?

Velma que nunca había creído las excusas baratas de Tacho, aquella tarde decidió seguirlo, sus pasos la llevaron hasta un catch clandestino.

— ¡el Ángel Rojo! — escucho que presentaban y vio a un chico vestido completamente de rojo.

El traje lo había confeccionado él mismo, en secreto,
cortando y cosiendo los retazos de tela que encontró en la casa, le hizo unos apliques rojos a un jean, y sacrificando un almohadón de cuero del mismo color, confeccionó la máscara, e incluso la bordó él mismo, y completó el atuendo con una musculosa roja.

A Velma no le costó descubrir quien era, esos rulos rubios sobresalir de la máscara, el torso desnudo, que ya había visto varias veces, lo reconoció con mucha simpleza. Y entendió al instante el porqué de todos esos moretones, Tacho estaba recibiendo varios golpes, algunos incluso llegaban a hacerle caer al suelo.

Mientras veía ansiosa como su amigo era golpeado, una y otra vez. De golpe la luz se fue, dejando todo el catch completamente a oscuras.

Solo fue durante pocos minutos pero cuando volvió en el ring había una imagen completamente diferente. El Ángel rojo estaba de pie y su contrincante K.O en el suelo.

Velma se sobresaltó al sentir como alguien la tomaba de manera brusca del brazo, volvió a respirar con alivio al darse cuenta de que era Luca.

— ¿qué haces vos acá?, ¿le haces la coartada o sos igual de idiota que él y peleas?

— ¿vos que haces acá? — le recriminó — ¿no te das cuenta, esto no es una tienda de ropa, es peligroso — dijo mirando a todos los grands hombres que tenían alrededor, Velma era la única mujer en ese tenebroso lugar.

— para — se quejó, y de un manotazo lo obligó a soltara — ¿quién te crees que soy una concheta que necesita que la cuiden, es más..., ¿quien te crees que sos vos para decirme a mi que haces?

— ¿querés demostrarme que sos valiente?

— no, no quiero demostrarte nada, porque no sos nadie — dándole un empujón lo hizo retroceder unos ligeros paso y paso por su lado para camiar por donde se estaba yendo Tacho, después de haber ganado.

Tacho al ver a Velma intento volver a ponerse la máscara que ya se había sacado.

— sos igual de tarado con que sin máscara, Tacho, no te das cuenta que te pueden matar — le recriminó.

Tacho le explicó el porqué hacia aquello. Desde muy chico lo fascinaba ese mundo; cada domingo se iba corriendo hasta el pueblo cerca del cual vivía, a espiar desde la ventana del único bar el televisor donde veían el programa de luchadores. Quedaba como en trance observando a esos personajes épicos, que se enfrentaban en lucha libre, algunos defendiendo al bien, otros operando para el mal. Tacho atesoraba esos recuerdos con profunda nostalgia, y cuando vio un aviso en una revista sobre un club de catch, se acercó con curiosidad, tratando de reencontrarse con su pasión infantil.

También le contó con emoción el por qué de su nombre, era en honor a su banda musical, su otro gran amor

Haciéndole entender que ese lugar era importante para él. Y le pidió que, como en un pasado le guardo el secreto de que era actor, que este también quedará entre ellos.

Velma Casi Angeles.Where stories live. Discover now