La Bendición de la Lluvia [Cylou]

Capítulo 13

"Ahí estás, ¿A dónde fuiste?"

'Oh mira, una estrella solitaria.'

Separando el borde de su botella de la boca, apareció a la vista una Nilou preocupada y de ojos saltones, con su capa encogida sobre los hombros; con bastante desinterés, lanzó un gesto de asentimiento a la jarra de agua mientras se limpiaba el sabor del licor de los labios, "Les traje a todos un poco de agua".

La chica pelirroja suspiró aliviada, dirigiéndose directamente hacia él, aunque entendía la ciencia del alcohol hasta cierto punto, y cómo la actividad física como el baile puede "quemarlo" fuera de su sistema, Nilou estaba empezando a sentirse un poco mareada por todos los giros y saltos que acababa de hacer.

Cyno se había tomado sólo una copa y decía que estaba bien, pero parecía subestimar el impacto de la selección de licores de Lambad desde su última degustación, cuál era ¿Cuál, el tercer espectáculo que encabezó en el Teatro Zubayr? ¿Cuánto tiempo había pasado? Al menos tenía agua para equilibrar la ingesta.

"Aquí tienes", Nilou regresó con dos vasos de agua, uno para ella y otro para su anfitrión, quien aparentemente pasó de beber directamente de su botella a usar también una copa. Fue la borrachera o la deshidratación lo que la hizo tragar su vaso de un solo trago, pero de cualquier manera, Cyno le ofreció su vaso, ella lo necesitaba mucho más que él.

"Te voy a traer un poco más-"

"Espera, no te vayas, ¡Iré contigo!"

El chico de cabello plateado se burló, "Pensé que preferirías la compañía de los aldeanos".

"No sin ti, ¡Vamos, eres mi anfitrión!", un puchero se formó en sus labios manchados de licor; los otros aldeanos habían abandonado sus asientos para afinar sus instrumentos, tomar agua o prepararse algo para acompañar el vino. Con un 'plop', Nilou volvió a sentarse con su anfitrión a su lado.

El alcohol despertó en Nilou un cierto nerviosismo, y probablemente aún no estaba demasiado borracha; pero cuando él pensó que Nilou se había recuperado después de hidratarse, Cyno prácticamente se cayó de la silla y suplicó de rodillas a su diosa que salvara a aquella chica que se servía otra copa de vino, su presión arterial bien podría ser una con las estrellas esta noche.

"¿Aún no has terminado?", tan molesto como sonaba, Nilou lo tomó en broma, parece que se está acostumbrando a su tono.

"¿Puedo preguntarte algo?", los mechones escarlata de Nilou cayeron suavemente de su hombro cuando inclinó la cabeza hacia él, con la copa en la mano y el dedo índice apuntando directamente hacia él, "¿Lo decías en serio? ¿Eso de que frecuentas el Gran Bazar?"

Amargado como estaba, decidió complacer su curiosidad; él tarareó un sí antes de tomar un sorbo de su vino.

"¿En serio? ¿Te gusta ir ahí?"

No estaba seguro si era el alcohol en él, pero justo ahora los ojos de ella brillaban. El licor se deslizó por su garganta antes de que un murmullo brotara de sus labios nuevamente.

"¡Eso es...eso es bueno! Entonces, ¿Qué te gusta de allí? O, ¿Por qué te gusta IR allí? P-puedo...", La chica hipó, "¿Puedo preguntarte eso también?"

El rostro del general se contrajo con consternación, "Creo que ya has tenido suficiente".

"¡No, estoy bien! ¡Quiero beber más, es divertido!"

Quizás el General no estaba preocupado por su invitada y su tolerancia, no, tal vez, estaba más preocupado por sí mismo; lo espinosas que se sentían sus suposiciones egoístas hace dos copas, y lo que podrían significar ahora que se habían desvanecido una vez que Nilou se acercó a él. Tal vez podría comparar el latido en su pecho con el ácido del alcohol, pero su tolerancia era mucho mayor, eso lo sabía.