Mi halal

Capítulo 44

—No pienso estar con Nabila en el mismo techo con esa—le dice Abde a su madre enfadado

—¿Por qué hijo? Es de nuestra familia—dice la madre con cara de buena

—Vamos Nabila—dice Abde acercándose a mi para cogerme de la mano y arrastrarme a la habitación

—Sueltame—digo soltandome de él con rabia al llegar a la habitación

Estaba perdiendo ya la paciencia,podía aguantar a su madre unos días,pero a Jamila no,no soporto verla.

—¿Contento?¿Contento de que tu madre trate así a tu mujer y encima traiga a Jamila a esta casa?—le replico medio gritando

Él no dice nada,solamente me da la espalda y escucho como respira hondo.

—¡Di algo! ¡Tu no sabes lo que me habéis hecho sentir tu madre y tu!—grité apunto de llorar

Él se giró de golpe y me miro

—¡Que te crees que a mi me gusta esta situación! Joder no,no me gusta—grita desesperado —Yo no quería que esto pasara,tampoco quería hacerte sentir eso—dijo con el mismo tono

En un momento esto se había convertido en gritos por parte de él y por parte de mi.

—Esperaba algo de ti,esperaba más de ti,que me defendieras,esperaba que me consueles después de los comentarios de tu madre—se me rompe la voz

—Que no te haya defendido delante ti,no significa que no lo haya hecho—se defiende

—¿Y como se supone que tengo que creerte? Como si esta mañana no hubieras pasado de mi a pesar de que me tenias delante,sabías que estaba mal,sabías que esos comentarios me afectaron—las lágrimas no aguantaron y sentí como me quemaba las mejillas

—Si de verdad confíaras en mi,deberías de creerme,pero ya veo que no es el caso—me dice y puedo ver ¿dolor? ¿decepción? en sus ojos

Estoy muy enfadada y decepcionada en estos momentos para decirle algo.

—Hazte una maleta pequeña,nos vamos a la otra casa por esta noche—dice serio sin mirarme

Fui al vestidor y cogí algo de ropa,el pijama y unos productos.
¿Por qué teníamos que estar así de mal por culpa de ellas?

Me siento encima de la cama esperando a que venga y sale con una pequeña maleta negra,las gafas de sol negras en las manos y una gorra que le tapaba casi toda la cara.

Sale por la puerta de la habitación cogiendo las dos maletas,la mia y la suya,salgo detrás de él.

Llegamos al salón y su madre nos mira confundida.

—¿A dónde vais?—pregunta ella levantándose

—Nos vamos a otro sitio que no sea el mismo techo que esa—le dice él

Yo me voy hacia la puerta y les escucho discutir por algo,yo ya paso de dolores de cabeza. Suficiente he tenido hoy.

Puedo sentir la presencia de Abde detrás mía,el garaje a estas horas daba un poco de miedo la verdad,se había hecho de noche ya.

Entramos en silencio al coche,ninguno de los dos decía algo. El coche empezó a moverse y yo simplemente miraba por la ventana,una lagrima cae de mis ojos pero me la limpio rápidamente, entre Abde,su madre y Jamila me están comiendo la cabeza.

No me gusta estar mal con él, estoy acostumbrada a estar siempre bien y feliz con él, pero supongo que no siempre será así.

Llegamos a la casa,ya vine aquí una vez. Entramos y subió las maletas a la habitación. Le eché un vistazo a la habitación en donde nos quedaremos,es el doble de grande que la otra,con baño incluido y un gran vestidor.
Decidí ponerme más cómoda,me di una ducha rápida, me puse un pijama cómodo,me hice una trenza y lista.

Abde no sabía donde estaba,cuando me fui para la ducha él había bajado.
Todavía siento que me pierdo en esta casa,no sé muy bien dónde está cada cosa.
Escucho ruidos en la cocina así que supongo que estará ahí. Y efectivamente estaba ahí poniendo la mesa en la cocina para cenar.
Me aguante las ganas de sonreír al ver que a pesar de todo hizo la cena.

Nos sentamos y me parecía un poco flipante que desde que hemos salido nadie ha dicho nada,ni una sola palabra .
Lo tengo justamente delante por eso que aunque quisiera evitar sus ojos me es casi imposible ya que lo tengo cara a cara.
En un momento mis ojos conectan con los suyos y podemos decirnos tantas cosas a través de los ojos que no puedo ni explicarlo. La conexión que tenemos entre nosotros es increíble, es tan especial.

Puedo notar como su mirada está cansada luego procedo a sentirme mal ya que ha tenido un accidente hace nada y se esta forzando mucho, me gustaría decirle que descansara, cuidarle sobre todo en estos momentos pero mi orgullo no me lo permite
Me encantaría levantarme y y abrazarle, me dolía tanto estar así con él.
Terminamos de cenar ,cuando él se levantó e intenta salir por la puerta se agarra al marco de la puerta y con la otra mano se agarra el abdomen, puedo escuchar como suelta un quejido.
Me levanto ahora preocupada rápidamente y me acerco a él.

—¿Estás bien?—pregunto

Él se gira hacia mi y me echa una mirada tan fría que me deja congelada en mi sitio.

—Si

Después de eso se va dejándome ahí,sentía que algo dentro de mi se rompía.

Subí a la habitación y él ya se había metido en la cama. Me metí yo también,nos dábamos la espalda mutuamente con cierta distancia. Apagué la luz y me reprimi las ganas de llorar.
Necesitaba de sus abrazos,de sus acaricias,de sus bromas...

Estabamos de nuevo tan lejos y tan cerca a la vez...

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