affection [Minsung]

can't love you anymore

Los días pasaron rápido, y el esperado sábado llegó, aquellos dos estaban en un parque, había exposición de flores, a lo cual estaban viendo cada una de ellas, Sung se veía tan emocionado y feliz de estar en aquel sitio.

Y más al tener a aquel chico a la par de el, se sentía querido, Chan siempre prestaba atención a el, iban tomados de la mano, Sung parecía un nene pequeño, se emocionaba por cada cosa a lo cual hacía caminar más rápido al mayor.

Este solo reía y sonreía al ver cómo aquel chico parecía muy emocionado, tomaba fotos a todas las flores y plantas, era tan lindo.

- Dime, que haces en tu tiempo libre?

- uh... Buena pregunta, tal vez ver series, me gusta estar en casa.

- Si? Cuál es tu serie favorita?

- mhm... Good morning Call, la vería millones de veces.

- Uh, me gustaría verla contigo.

- ¿Puede hoy? Me gusta pasar el tiempo junto a usted.

- Claro... Pero porfavor, deja de tratarme con lejanía, eres libre de hablarme sin formalidad.

- uh, perdón, entonces lo trato por  ¿Christopher?

- Chan es mejor, ¿Tienes algún apodo?

- casi todos me llaman Sung...

- okay, Sung.

El menor rió leve, amaba la personalidades de aquel chico. Luego de terminar de ver la exposición, fueron a comprar algo de comer y lo pidieron para llevar, luego fueron al apartamento de Jisung, desde la perspectiva de Chan, el apartamento de Sung era pequeño y cálido, estaba acostumbrado al frío de su gran apartamento, amaba aquel sentimiento a comodidad que el menor le daba a ese lugar.

Los dos se habían sentado en el sofá a ver aquella serie que había dicho Jisung, el brazo del mayor cruzaba los hombros del contrario, a lo cual sung tenía su cabeza recostada en el pecho del mayor, era cálido y reconfortante.

Alguien tocó la puerta, a lo cual sung se extrañó, no esperaba a nadie ni conocía a nadie a lo cual fue a la puerta y vió por la mirilla de la puerta, al ver aquel rostro se sorprendió, este abrió y salió.

- ¿Que quiere señor Lee?

- Vamos a mi apartamento, te pagaré por lo de hoy.

- no puedo, estoy ocupado

- ¿Con?... Te quite todo el trabajo de hoy.

- Es algo que no le incumbe... Porfavor, tiene una chica la cuál me puede reemplazar.

- No, yo te quiero a ti, vamos.

- ¡Dije que no!

- No me digas... ¿El idiota ese está ahí adentro?

- Dije que no le incumbe.

- Que no se te olvide que yo llegue antes que él.

- las cosas son remplazables, puede ser que en unos meses se me olvide que estuve con usted.

- ¿Perdona?... Tu nunca me olvidarás, Sung... Me gustas ¿Okay?

- Y yo estoy en proceso de olvidarme de aquellos sentimientos, no puedo amarlo más... Cumpliré su petición otro día, hoy no puedo.

- ¡¿Han Jisung estás jodiendo!? Me estás cambiando por ese?!

- Así como usted lo hizo, Porfavor le pido que se vaya, mi tiempo se gasta en cosas innecesarias, en vez de estar aquí discutiendo con usted debería estar en los brazos de aquel lindo chico.

- Me estás jodiendo verdad? No te puede gustar ese.

- No quiero volver a ser un juego para otro hombre, señor Lee.

Este desenganchó aquella pulcera que le había dado el mayor hace unos meses.

- Desela a aquella que tanto contempla, ella si se merece esta pulcera. Hasta el lunes señor Lee.

Este entró a su apartamento y cerró la puerta, regresó emocionado al sofá, acomodándose al lado de aquel chico el cual lo resivió con una sonrisa.

- ¿Quien era?

- uh, solo me preguntaban algo sobre el apartamento, es todo.

El contrario asintió, y siguieron viendo aquella serie, amaba ver al mayor como prestaba atención al televisor, era muy atractivo, aparte que este había apagado su móvil para que ninguna llamada interrumpiera el ambiente que tenían con Sung, eran pequeñas cosas que hacían que el corazón de Sung se emocionara.

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Lee Minho no podía contener sus celos, ¿Porque mierda ese día tuvo que llegar ese idiota y fijarse en Han? Sung era de él, se había dado cuenta que necesitaba más a Sung que a aquella chica pero el menor estaba tan decidido que ni siquiera se la pensó dos veces en sacarlo de su apartamento.

le dolía que aquella pulcera había sido regresada, ¿Cómo haría para que el menor regresara a sus brazos? Lo necesitaba, añoraba aquellos días en que Sung siempre lo abrazaba y le daba besos, aunque el siempre se portaba algo frío y distante, ahora el que tenía aquellos besos y caricias era el idiota mal nacido de Cristopher Bang Chan.