Capítulo 10: la ciudad subterránea

603 57 2
                                    

◆━━━━━▣✦▣━━━━━◆

Capítulo 10: La Ciudad Subterránea

Un lugar donde no hay ley, un lugar donde se pueden desatar a los verdaderos demonios.

◆━━━━━▣✦▣━━━━━◆

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

◆━━━━━▣✦▣━━━━━◆

Jazmín caminaba a lado de Levi, recordando la ubicación que su tío les dio. Ambos se habían vuelto a cambiar con ropa más modesta para pasar lo más desapercibidos posible, también portaban una capa marrón que cubría sus identidades, en especial la de Levi. Una persona como él ya no era bien visto, menos cuando para esa ciudad él seguía siendo un vil criminal.

La ciudad no había cambiado nada según recordaba Levi: calles sucias y malolientes, con varios puestos ofreciendo lo que la superficie no le servía; gente tirada en los rincones esperando su muerte y niños escapando con un trozo de pan duro que habían robado. La inmundicia que tanto odiaba lo estaba viendo de nuevo, estaba allí, pisando ese suelo lleno de tierra y charcos con sabrá los titanes de que líquido estaba conformado, pero no la dejaría sola. Sabía por Hange que Jazmín había pasado una corta temporada ahí, pero no sabía que tanto tuvo que presenciar como para saber qué clase de vida y peligros existen en esa ciudad con techo.

Jazmín fruncia el ceño cada vez que veía las injusticias de aquel lugar, queriendo meterse entre las riñas para defender a los niños que habían sido atrapados robando, darles dinero suficiente a las mujeres que se metían a los burdeles donde trabajaban para que no hicieran algo que no deseaban. Quería llorar como una vez lo hizo en los brazos de aquel muchacho que la consoló al ver que ella no pertenecía a esa vida, pero ni siquiera sabía dónde encontrar a ese amigo sin nombre.

—No te separes de mí —le dijo Levi al notarla algo distraída viendo a unos niños jugar ignorando el mundo que los rodeaba, ante esto, Levi la tomó de la mano—. Enfócate, Lawson.

—Lo siento, es solo que... olvídalo —susurro. Ella se conocía, sabía que estar de nuevo en ese lugar solo le traía viejos recuerdos que quería mantenerlos encerrados en lo más profundo de su ser

—No tengas lastima de esos mocosos —advirtió el hombre pues sería como tenerle lastima a él

—No les tengo lastima, les tengo envidia —corrigió

—¿De qué vivan en la miseria? Te has superado, Lawson —dijo irónico sintiendo como se le subía la bilis

—No seas idiota, ¿acaso no los ves? A pesar de sus condiciones de vida, están sonriendo y jugando como si no vivieran en el abandono —expresó con molestia, no entendiendo su punto—. Yo nací en el lugar más seguro y conocí lugares hermosos dentro de las murallas, pero aun así nunca sonreía como ellos. Envidio su inocencia.

Levi bajó la mirada, entendiendo a la perfección ese sentimiento. Algo tan puro como es la inocencia de un niño, un ser sin maldad que solo quiere salir a jugar sin importar si es rico o pobre, si vive arriba o abajo; él tampoco conoció ese sentimiento. Él vio a la muerte de cerca, robó, peleó, hirió y asesinó desde niño para poder sobrevivir. No sabía lo que había pasado Jazmín, pero el saber que vivió un tiempo en ese sitio, pudo darse una idea. Odiaba el duro entrenamiento que tuvo y a la vez lo agradecía porque eso era lo que la mantenía con vida en las expediciones.

Requiem for Freedom. || Levi AckermanWhere stories live. Discover now