Como un ángel caído que cayó del cielo, ven, desciende hasta donde estoy. En la noche estrellada está la oscuridad y en la eternidad Diosa tú serás... vuela al cielo.
Volaremos lejos, encontraremos la manera.
Veremos el final, seremos el final.
S...
La situación cada vez se hace más complicada, pero el sueño de obtener la libertad es aún más fuerte.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
◆━━━━━▣✦▣━━━━━◆
«¿Qué Diablos es ella? »
«Si no es un titán, ¿qué es?»
«El capitán no deja que nadie la cure, entonces los rumores son ciertos»
La cantidad de sangre que Jazmín había perdido era suficiente para sentirse asqueada por sentir su pecho húmedo. Si bien el dolor era insoportable, comenzaba a fastidiarle más los cuchicheos de los soldados que veían estupefactos su regeneración.
Sabía que de no ser por su poder desconocido habría muerto de forma inmediata y era ahora cuando agradecía tener esa maldición. Su escuadrón la rodeó y la cubrieron con sus capas para que nadie viera su torso desnudo por órdenes estrictas de Levi, pues aún bajo la presión de la situación se negaba a que alguien más viera lo que solo sus ojos tenían la dicha de ver; Levi seguía siendo humano y por lo tanto, era egoísta y posesivo con lo que más quería en la vida.
—Ya está —informó Levi, terminando de abotonar la camisa de Jaz, pues ni siquiera dejó que Hange la viera para vendarla—. Ahora toma mucho líquido que esto recién comienza.
Jazmín asintió, tomando la cantiplora que le entregó Levi. No tenía ganas de hablar, el dolor la estaba partiendo en dos. Su escuadrón le dio espacio una vez que Levi les dio permiso, permitiéndole ver los rostros de sus compañeros, asustados y aliviados de verla con vida.
Tensión, esa era la palabra que describía el entorno. Ambos lados, titán y humanos permanecían mirándose fijamente, esperando la señal de sus líderes para atacar. Erwin, al igual que todos miraban al horizonte donde estaba aquel titán. El único que se daba cuenta de que tenían que actuar era el capitán.
—Erwin, el acorazado va a subir —avisó Levi. Erwin ya lo sabía, pero su prioridad estaba divida
—¡Eviten enfrentarse al titán acorazado! —ordenó Erwin al sentir la vibración en la muralla—. ¡No se acerquen a él!
—Hange, ¿aún no nos ordena atacar? ¿A qué espera el comandante? —preguntó Eren comenzando a alterarse
—Está observando al enemigo —Hange le respondió enseriada, pareciéndole una falta de respeto que cuestione a Erwin—. Parece que Reiner y sus amigos prepararon una fiesta de bienvenida.
—Jazmín, ¿ves a ese titán? —señaló Erwin viendo a su amiga asentir mientras seguía bebiendo agua—. Ese titán cuadrúpedo carga con algo a la espalda. No es uno de los que se transformaron ahora.
