3

1.2K 87 10
                                    

Gojo no sabía que hacer, no sabía qué había hecho mal para que Utahime reaccionara tan agresivamente contra él.

Ok, ok, tal vez últimamente el se había burlado mucho de Utahime durante toda esta semana, pero eso era muy habitual entre la relación de Gojo con Utahime, por lo cual está última siempre le grita a cambio de sus burlas hacía ella.

Sin embargo, en está última ocasión por su agresividad y su actitud tan distante dirigida hacia él, supo en ese precisó momento, que la causa de su rabia no se trataba de ningun tipo burla que le haya hecho a ella.

Por lo cual se propuso ha buscar por todo la escuela a la persona que tal vez y solo tal vez podría saber la razón del enojo de la azabache; Y esa persona era nada más y nada menos que la mejor amiga de Utahime, Shoko Ieiri, la cual estaba saliendo de una de las aulas de clases con el mejor amigo del peliblanco, Suguro Geto.

-¡¡CHICOS, CHICOS, TENGO UN PROBLEMA Y ES MUY URGENTE!!- les gritó a sus amigos, lo cuales tanto ellos como algunos de los estudiantes que estaban cerca de los tres lo miraran con cara de confusión.

-dejame adivinar... Rompiste una de las máquinas expendedoras por qué uno de los dulces que compraste se te atascó adentro de ella- había intuido Shoko recordando la última vez que Gojo los había metido en problemas por lo mismo.

-¡NO ESTO ES MUCHO PEOR QUE ÉSTO, SE LOS ASEGURO!- había gritado de nuevo Gojo, ganando otra vez una cara de confusión tanto de sus amigos como de la gente a su alrededor.

-esta bien, está bien Gojo, pero primero deja de gritar y cálmate- le dijo Geto, por lo cuál el peliblanco comenzó a respirar profundo y ha comenzar a tranquilizarse, ya cuando por fin se tranquilizó su mejor amigo volvió ha hablar- ahora cuéntanos, ¿cual es el problema?- le dijo Geto, a su lado, Shoko lo miraba expectante por lo que quería deciles a ambos.

A lo que Gojo comenzó a contarle a sus amigos su situación.

-------------------------5 minutos después----------------------

-Y eso fue todo lo que pasó entre Utahime y yo hace apenas unas horas- termino de contar el chico de los ajos azules a su amigos.

Mientras que Geto lo miraba con cara de sorprendido por no creer que Utahime tratara de esa forma a Gojo, Shoko tenía una cara de decepción absoluta dirigida únicamente en dirección hacia él albino.

-Satoru te lo digo por última vez, ¿cuántas veces te he dicho que dejarás de molestar a Utahime-senpai?- dijo Shoko con una mano tapando su cara y otra envolviendo sus caderas.

-Cientas- dijo Gojo, mirando a su amiga sin saber a dónde llevaba la conversación.

-¿Y cuántas veces me has escuchado?- dijo Shoko, apretando el puente de su nariz con los dedos, en señal de frustración.

-Ninguna- dijo el peliblanco, mirando el suelo como si fuera un niño siendo regañado y formando un puchero en su rostro.

-Exactamente, Gojo- le dijo la chica de pelo corto al peliblanco, mirando al más alto con el seño fruncido- siempre te he dicho que en vez de búrlate de Utahime-senpai por cualquier cosa que hiciera mal, la tratas decentemente, pero nooo nunca escuchas y mira lo que pasó- Shoko soltó un pesado suspiro al terminar de regañar al peliblanco y después comenzando a irse.

-Hey, espera Shoko, ¿adónde vas?- dijo el chico de ojos azules al ver a su amiga irse de su lado.

-Que no es obvio, iré a hablar con ella, pero solo por qué me preocupa, no porqué te quiero ayudar a ti Satoru- le dijo la chica de pelo corto justo en la esquina del pasillo- tú mismo resuelve tus estúpidos problemas, Gojo, yo me voy- dijo su mejor amiga antes de cruzar la esquina del pasillo y perderse de su vista.

-Aaahhh...ahora que hago ahora- dijo el peliblanco en señal de frustración, tapando su cara con sus dos manos, sin saber que hacer o ha quien pedir ayuda para resolver sus problemas.

En ese momento sintió una mano en su hombro, al voltear su cara se topo con Geto, el cual estaba como espectador escuchando toda la discusión que tenían Gojo y Shoko sin decir nada.

-Amigo, creo que tengo que contarte algo- le dijo el chico de pelo negro al otro con cara de preocupación, por lo que el chico de azul se quedó expectante por la repentina intervención de su mejor amigo y viendolo con curiosidad por lo que tenga que decirle.

Un Pequeño Malentendido Where stories live. Discover now