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A pesar que aún tenía los labios de Gojo sobre los suyos en un apasionante y salvaje beso, la mente de Utahime intentaba procesar lo que había dicho el peliblanco. ¿Gojo Satoru estaba enamorado de ella?, Pero como eso era posible, si en todo este tiempo conociéndose el solo la molestaba de una o otra forma; ¿Tal vez solo lo hacía para llamar su atención?, Era una posibilidad, aunque era difícil de saberlo viniendo de alguien como Satoru Gojo; ¿Y por último y más importante, a qué se refería con que iba a demostrárselo con acciones?, Aún no lo sabía por lo cual solo había una manera de saberlo con certeza.

Mientras Utahime estaba sumergida en sus pensamientos, Gojo aún seguía en su odisea explorando el cuerpo de la azabache, el hechicero besaba, lamía y chupaba cada parte que tenía a su disposición de la muchacha como sus labios, sus mejillas, su nariz, su frente, sus párpados y su cuello, en este último era su lugar favorito ya que cuando lo besaba hacia que Utahime gimiera y jadeara debajo de él, lo cual lo alentaba ha seguir con su travesía.

Gojo siguió bajando hasta la clavícula de la miko, dándole el mismo afecto con sus labios que había hecho con la cara de esta, mientras que al mismo tiempo con la mano que tenía libre iba tocando y masajeando sobre la tela los pechos de la azabache, haciendo que está recitará una serie de jadeos y gemidos, algo que para el albino parecía música para sus oídos, por lo que se decidió que haría algo un poco más "atrevido" con el fin de obtener más de aquel canto proveniente de la chica debajo de él.

El usuario de los seis ojos lentamente comenzó a bajar su mano a un lugar en específico del cuerpo de la azabache, pero justo antes de tocar aquel sintió una tenue voz lo detuvo.

-Sa-toru...por..fa-favor...de-deten-te- dijo una Utahime con voz temblorosa y entrecortada, la cual tenía la cara al rojo tomate y respiraba entre jadeos debido a la sobre estimulación que estaba recibiendo de parte del muchacho de ojos azules.

El albino al escuchar a la azabache no tuvo otra opción que detenerse y suspirar antes de contestarle a Utahime.

-Está bien Utahime, te escucho- dijo el albino soltando el agarre que tenía sobre las muñecas de la miko y mirando su cara, la cual estaba recuperando el aliento para después abrí los ojos y volverlo a mirar de nuevo.

-Antes que pase algo más entre nosotros...quiero que me respondas algunas preguntas primero- dijo Utahime, con el seño fruncido y frotándose las muñecas con las manos, como respuesta el hechicero soltó otro pesado suspiro.

-Bien, está bien, tú ganas Utahime, pero deja de mirarme así- dijo el albino antes quitarse de encima de la azabache, para después acostarse de lado y apoyando su cabeza con su mano mientras miraba a la muchacha con ojos picarones- ¿Que quieres saber de este guapísimo hombre que tienes al lado tuyo?- preguntó Gojo con una voz seductora.

Utahime se volteo para estar de frente a Gojo, viendolo fijamente con el seño fruncido mientras lo analizaba antes de comenzar a hablar- ¿Es verdad que estás enamorado de mi o solo lo dijiste para aprovecharte de mis sentimientos?- hablo rápida y directa Utahime, sin una pizca de suavidad en sus palabras.

-Primero, como te he dicho antes si estoy enamorado de tí Utahime desde que tenía 6 años- le dijo el hechicero a Utahime, levantando un el dedo índice señalando un uno- Segundo, ¿Encerio crees que sería tan sádico como para aprovecharme de tus sentimientos hacia mí?- dijo Gojo, por lo que recibió como respuesta un total silencio de parte de la azabache, ya que está no sabía cómo contestarle al albino- Ay por favor Utahime, ¿Encerio?.

- Ay no se Satoru, es difícil suponerlo viniendo de alguien con una forma de pensar bastante complicada de entender como la tuya- dijo Utahime.

-Bueno para saciar tu curiosidad, no, no soy capaz de hacer eso, a mi si me importa como te sientes a pesar que no lo demuestre mucho- dijo Gojo mientras acariciaba la mejilla de Utahime.

Un Pequeño Malentendido Where stories live. Discover now