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Después de un día frustrante dónde tuvo que toparse con el estúpido de Satoru Gojo, ser consolada por su mejor amiga Shoko Ieiri al ser encontrada en uno de los cubículos del baño llorando por el idiota de ojos azules e ir a una misión dónde pudo aniquilar a una maldición de primer grado ella sola, debido a la alta cantidad de energía maldita que estaba produciendo por todas las emociones negativas que llevaba encima, algo que sorprendió tanto a ella como a Mei Mei que la había acompañado a la misión, por fin tuvo pudo obtener el tan merecido descanso que tanto añoraba desde esta mañana, por lo que se decidió ha ir a su habitación.

Al llegar, se decidió en bañarse, entonces se comenzó a quitar toda la ropa y a meterse dentro de la ducha llena de agua caliente con el fin de aliviar toda la tensión que tenía entré sus músculos.

Al terminar de bañarse y quitarse toda la suciedad del exterior, se dispuso a salir de la ducha y envolver tanto su cuerpo como su cabello con una toalla, después salió del baño e iba a buscar un atuendo para ponerse cuando el sonido de alguien tocando su puerta la detuvo.

Utahime pensaba que tal vez era Shoko con algo de alcohol para pasar el rato y relajarse de este día de mierda, o también podría ser Mei Mei con un cheque casi millonario en su mano, la cual vino para agradecerle de hacer casi todo el trabajo por ella en la misión que tuvieron y ha presumir su nueva suma de dinero; De cualquier forma tenía que abrir la puerta para saber cuál de las dos era.

Antes de abrir la puerta miró como se veía, pero no le dió mucha importancia ya que no era la primera vez que esas dos la miraban con solo una toalla cubriendola.

-Lo siento si tarde mucho en abrí la puerta, es que estaba bañan...- sus palabras murieron al abrir la puerta y ver quién era.

-Yoooo Utahime.. - dijo el chico de cabello blanco con una sonrisa media torcida en su rostro.

La mente de la chica tardo un poco en procesar lo que estaba pasando hasta que se dió cuenta de su situación y con un movimiento rápido cerró la puerta de un solo golpe, que hizo que pensará que tal vez todo el colegio escucho el golpe de la puerta de su habitación.

-¡¿QUE CARAJOS HACES AQUÍ, SATORU?! ¡¿QUE NO VES QUE ESTOY ENOJADA CONTIGO DESDE ESTA MAÑANA Y NO QUIERO VER TU ESTUPIDA CARA?! ¡¿ADEMÁS, COMO MIERDA SABÍAS LA DIRECCIÓN DE MI HABITACIÓN?!- gritó con todo el aire de sus pulmones una muy enojada Utahime, lo que hizo que sus emociones negativas que había intentado tanto en tranquilizar volvieran y haciendo que su nivel de energía maldita aumentará drásticamente, algo que el hechicero de grado especial notó usando su seis ojos.

-Primero, cálmate Utahime, que no quiero que una maldición venga y te haga daño- dijo Gojo, el cual veía que algunas maldiciones de bajo grado comenzaban a parecer por la alta cantidad de energía maldita que emanaba el lugar, por lo que no fue difícil para él exorcizar a las maldiciones con su técnica de maldición ilimitada.

Al escuchar eso, la muchacha de cabello negro comenzó a inhalar y exhalar el aire de sus pulmones hasta qué se tranquilizó un poco y su nivel de energía maldita disminuyera lo suficiente, algo que hizo que el albino se aliviará.

-Segundo, nada que algo de persuasión y poco de dinero extra me diera la suficiente información para encontrar la dirección de tu habitación- dijo Gojo, que a pesar de no verlo detrás de la puerta, sabía que estaba sonriendo.

Utahime no se sorprendió por la respuesta del chico, ya que sabía que las únicas dos personas que conocían exactamente la localización de su habitación eran Shoko y Mei Mei, pero la primera obviamente no iba ha ayudar al idiota de Gojo después de saber todo lo que le había hecho, por lo que intuyó que Mei Mei era la causante de que el albino estuviera afuera de su puerta.

-Tercero, quería hablar civilizadamente contigo para resolver nuestro "pequeñito" malentendido y que ya no estés enojada conmigo- dijo el muchacho de ojos azules intentando convencer a la miko de que lo deje entrar a su habitación.

-¡Y crees que te dejaré entrar a mi habitación, por qué tú solo me dices que quieres arreglar nuestro pequeño malentendido, estás locos si crees que haré eso!- dijo Utahime, la cual estaba sentada en el suelo con su brazos abrazado sus piernas e intentado que su voz no le falle mientras habla.

-No, pero sé que no me movere de aquí hasta que me abras la puerta y podamos resolver todo este problema hablando- afirmó con su voz decidida el hechicero de grado especial del otro lado de la puerta.

Utahime no sabía que hacer, ella sabía cómo de terco y obstinado podría llegar hacer el hechicero de cabello blanco con el fin de cumplir sus objetivos, por un lado quería hacerlo sufrir por todo lo que había pasado y dejarlo esperar afuera de su habitación durante el resto del día; Pero por el otro lado, quería arreglar todos sus problemas con él para así aliviar su alma de una vez por todas, además, ella pensaba que vería raro que otros estudiantes vieran al muchacho afuera de la habitación de la chica, por lo que con un pesado y cansado suspiro Utahime tomo una decisión.

-Ok está bien...solo dame 5 minutos para cambiarme- dijo la miko con una voz de derrota, ya que aún vestía con solo una toalla.

-Esta bien, te esperaré todo el tiempo que quieras- dijo Gojo, soltando una verdad que él sabía que podría cumplir con ella a su lado.

Un Pequeño Malentendido حيث تعيش القصص. اكتشف الآن