Mala llegada

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Claudine miró con atención unos documentos, no estaba segura sobre el contrato de matrimonio, aún habiendo pasado años se sintió algo mal de poner ciertas cosas que Yazu le recomendó.

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    — Pero eso la perjudicaría ¿No? —dijo en desacuerdo días antes de la boda.

    — Maya será mi hija, pero es alfa, más aún cuando no te ha marcado, no puedes confiarte así como así —.

    — El presidente nunca más tuvo alguna pareja después de perder a su esposa, a lo mejor Maya es así —.

Yazu sonrió levemente con diversión o tal vez burla— ...¿Realmente crees eso? —borró su gesto, pero no suficiente como para pensar que el presidente era un santo— estuvo con muchas más, pero no logró tener otro hijo con nadie; aunque debo admitir que sí amaba a su esposa, fue un golpe duro que lo llevó tener sus jugadas en secreto —.

    — ...espero que no llegue el día en que Maya quiera destruir todo —.

    — También espero lo mismo; por más que pueda doler, debes pensar en tu hija, si Maya llegase a enamorarse de alguien más, ...puede ser capaz de echarte y a Kai también, un alfa idiotizado es capaz de mucho, incluso despreciar a su propia familia por influencia de alguien más —.

    — ...bien, supongo que esto es más por el futuro de Kai que mío —asintió convencida.

    — Es bueno que mantengas un cierto grado de independencia con las empresas Himura, así alivianarían un peso en Kogyon, ¿No tienes a alguien confiable? —.

— ...no diría que es alguien confiable, pero conoce el grupo Himura como la palma de su mano —.

Yazu acordó ciertas cosas con Claudine, entre eso unos archivos secretos.

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Elevó la mirada viendo a Kanaye frente suyo, quien también observaba algunos documentos relacionados con el grupo Himura.

— Ha crecido más de lo que se predecía —dijo dejando unos papeles de lado.

— Kogyon da el respaldo absoluto, así que los inversionistas confían —afirmó Claudine.

— Ni tanto, Himura ha sido transparente y confiable desde antes, aunque un refuerzo positivo es la mano de Kogyon. Como parte de la familia es que me siento orgulloso de nosotros —sonrió.

    — Supongo que sí —asintió— por ahora todo va en orden, es bueno haberte puesto de mi mano derecha —.

    — No sería tan tonto de desperdiciar mi esfuerzo, más bien agradezco que confiaras en mí después de haber estado en contra tuya —.

    — Normalmente no creo que segundas oportunidades, así que espero mucho de ti —.

Kanaye asintió con una leve sonrisa.
Le costó bastante aceptar que su tío cediera tan fácilmente a Claudine todas las empresas, pero entendía que con ayuda de Kogyon las empresas se elevarían aún más.
Le sorprendió más aún cuando Claudine se reunió con él y lo nombró como su mano derecha, ni de broma se esperaba algo como eso, pero aceptó ya que no quería ser reemplazado con alguien más. Por cierta parte se sentía extraño de que su sobrina fuera su jefa, aún así se acostumbró a eso.

Algo que le dio esperanzas fue el desinterés de la hija de Claudine, ya que si ella se negaba en tomar el control a futuro, tal vez él o su futuro hijo o hija podría ser el siguiente en tomar parte de Himura y tal vez Kogyon más.

La suerte del destinoWhere stories live. Discover now