Sin previo aviso una deslumbrante luz se lo llevo, no mas bien todo lo ligado a el fue llevado lejos de su mundo de origen, junto a un joven otras personas fueron llevadas y ahora son llamados héroes, sin embargo "el" no desea ser un héroe ¿acaso si...
Después de un largo camino el grupo finalmente llego a la iglesia Amaruq, donde debían reparar el techo de la iglesia, aunque ciertamente el lugar parecía estar en un momento de agitación.
¿?—¡¿Por que aun si ofrecieron una gran recompensa el techo sigue en ese estado hermana?! ¡Ademas! ¡¿Que hay de la comida de los niños?!
Hermana—No hemos podido hacer mucho Risty, las donaciones apenas si alcanzan para una comida diaria, de hecho el dinero de la recompensa tuvo que ser utilizado para conseguir medicamentos para los niños, ya no podremos pagar las reparaciones.
Risty—¡Tsk! ¡Yo conseguiré el dinero no importa que!—una mujer de larga cabellera roja piso fuerte el suelo de la impotencia, sin duda era una hermosa mujer con una chaqueta ajustada en su torso y una pieza detallada alrededor de su cuello, llevaba una braga negra delgada parecida a una tanga.
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Junto a ello usaba un detallado cinturón rojo, sobre ellas, en sus brazos, usaba unos protectores con plumas que sobresalían de ellos, ademas de un tatuaje en el muslo de su pierna derecha, y usaba zapatos abiertos.
Ella se giro para buscar alguna manera de pagar los costos pero se detuvo cuando se topo con la figura de un joven castaño frente a ella.
Risty—¡Ugh! ¡H-Hey tu ¿no sabes que no debes meterte en el camino de los demás?!—ella pareció furiosa con el joven que mantenía un rostro serio frente a ella, pero el la ignoro y se dirigió a la hermana que vestía su habito de monja.
Issei—¿Esta es la Iglesia Amaruq?
Hermana—¡S-Si! ¡¿Ocurre algo malo?!—ella estaba preocupada que hubiera ocurrido algo malo con alguno de los niños así que miro a Issei con preocupación—¿Los niños les causaron problemas o algo? ¡L-Lo lamento mucho si es así yo...
Risty se sorprendió y cuando bajo su mirada noto como los niños venían agarrados de las manos de Issei, Chiyome y Okita, pero lejos de parecer preocupados ellos estaban comiendo felizmente unas brochetas de carne.
Issei—No es eso, vine a reparar el techo, y ellos nos guiaron hasta aquí.
Niño—¡Hermana, onii-san fue muy amable mira nos compro comida!
Niña—Shi comida rica—los niños parecían estar muy felices alrededor de lo invitados, Risty planeo decir algo pero una de las chicas junto al joven castaño la interrumpió.
Chiyome—Disculpe Oyakata-sama compro algo para los niños ¿le molesta si paso a su cocina para preparar algo de comer?—ella apenas si espero una respuesta antes de ingresar al interior de la iglesia
Hermana—¿Eh? ¿Um?
Okita—¡No se preocupe, yo Okita-san le aseguro que la comida de Chiyome-dono es estupenda! ¡Masta deje a los niños conmigo usted puede encargarse de reparar el techo!—la chica pareció muy confiable al respecto de hecho los niños pensaron que seria divertido tener a alguien mas para jugar.
