24. El zapato que daño el momento

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Lo que menos esperaba para mi cumpleaños era ver a Aryan en mi habitación acompañado de un ramo de flores y en compañía de Kendall en un estado de semidesnudez

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Lo que menos esperaba para mi cumpleaños era ver a Aryan en mi habitación acompañado de un ramo de flores y en compañía de Kendall en un estado de semidesnudez.

—Tu compañero de cuarto esta intentando seducirme — Acusa Aryan señalando a Kendall logrando sacarme de mi sorpresa —Lo siento chico cuyo nombre no me se, entiendo que es difícil no caer ante mi deslumbrante carisma y avasalladora personalidad pero tendrás que aprender a vivir con el dolor del rechazo.

Okey, la situación se pone mas rara todavía, sigo inseguro sobre como se supone que deba actuar o que debo decir ante esto. Tengo la leve impresión de que debería estar celoso, pero mis sentimientos de sorpresa al ver que Aryan está aquí son más fuertes.

Incluso considero seriamente que sea algún tipo de sueño raro, lo cual explicaría porque Kendall sigue semidesnudo, pero no, es real, lo que hace mas raro la ultima parte.

Mi vista pasa de ellos dos al ramo de flores que aun lleva Aryan en mano y hay algo en esa imagen que me hace querer esbozar una sonrisa tonta.

—son para ti, no para el idiota — dice rápidamente mientras se levanta y me las tiende —¿podemos salir un momento? —dice mientras mira de reojo a Kendall indicándome que es la razón por la que quiere salir.

—No se preocupen por mí, pretendan que no estoy — en los dos meses que tengo de conocer a Kendall se que solo esta haciendo todo esto para molestar, le resulta particularmente divertido incomodar a los otros así que tomo el brazo de Aryan y lo saco de la habitación, lejos del raro con el que tengo que convivir a diario.

Una vez fuera de la habitación, con mi mano aun en su brazo, confirmo que esto realmente esta sucediendo, y que él se encontraba ahí.

—no te hagas ideas raras ¿okey? Vine a verte a ti y el desconocido estaba en tu cuarto y...

—¿me trajiste flores? —Digo finalmente mientras me permito esbozar la sonrisa tonta que me estaba acechando desde que lo vi.

—¿te sorprenden mas las flores que el hecho de que este aquí? —dice en un tono de falsa indignación que me hace soltar una risa

—¿Cómo...— es que estas aquí? Esa era la pregunta, pero no alcance a encontrar las palabras para decirlo, pero el entendió que quise decir.

—Mi padre vive en esta ciudad así que vine... y dos meses sin ti fueron demasiados, necesitaba verte, aunque fueran solo cinco minutos.

Y vaya que había sido demasiado tiempo, me alegra no tener que esperar otro mes entero para finalmente verlo. Lo continúo mirando un tanto incrédulo de que este aquí, su pelo rizado a crecido un tanto más desde la última vez que nos vimos, tampoco paso por desapercibido los piercings que ahora estaban en sus orejas, los había visto por llamada pero ahora en persona tengo que decir que luce mucho mas atractivo de esta forma.

El también me esta mirando fijamente, y sus ojos reparan mi cicatriz una y otra vez antes de posar su mano sobre mi rostro acariciándola con la yema de su dedo pulgar, haciéndome sentir como si mi cuerpo entero reaccionara ante su tacto.

Aryan & HaruWhere stories live. Discover now